12/14/2008

Lo que la biblia dice...

Sobre la homosexualidad y el matrimonio gay. Les posteo un artículo del Newsweek al respecto que me pareció muy interesante; por un momento vamos a suponer que todos los personajes de la biblia si existieron y por tanto a darle cierta seriedad analizando lo escrito en ella.

Lo que dice la Biblia

Por Lisa Millar – (Newsweek)


Los opositores al matrimonio gay suelen citar las Santas Escrituras. Pero tal vez no las leyeron como corresponde.

Intentemos creer por un minuto a los conservadores religiosos y definamos el matrimonio según la Biblia. ¿Acudiremos a Abraham, el gran patriarca, que se acostó con su sierva cuando descubrió que su amada esposa Sara era estéril? ¿O a Jacob, quien procreó con cuatro mujeres diferentes (dos hermanas y sus siervas)? Abraham, Jacob, David, Salomón y los reyes de Judá e Israel, todos estos patriarcas y héroes eran polígamos. El modelo del matrimonio que encontramos en el Nuevo Testamento no es mejor. Jesús mismo era soltero y predicó la indiferencia hacia los apegos terrenales, especialmente la familia. El apóstol Pablo (también soltero) consideraba al matrimonio como un último recurso para los incapaces de contener su lujuria animal. “Es mejor casarse que arder en la pasión”, afirmó. ¿Acaso algún matrimonio heterosexual contemporáneo —que probablemente se despertó el día de su boda con algunas ideas optimistas y novedosas sobre la igualdad de género y el amor romántico— recurriría a la Biblia como un guión sobre cómo llevar su relación? Claro que no, pero los opositores religiosos al matrimonio gay deberían hacerlo. La batalla sobre el matrimonio gay duró en Estados Unidos más de una década, pero en los últimos seis meses —desde que California legalizó el matrimonio gay y luego enmendó su Constitución para prohibirlo, con una iniciativa decidida por votación en noviembre— el debate se agudizó. En la Argentina, en tanto, hay proyectos de ley para.

Desde 1860, cuando los púlpitos estadounidenses estaban llenos de pastores que se pronunciaban a favor y en contra de la esclavitud, ninguna de las instituciones sociales (y económicas) básicas estuvo tan sujeta al escrutinio bíblico: los opositores al matrimonio gay usan la Biblia para objetarlo.

La discusión es semejante a la declaración que el reverendo Richard A. Hunter, un ministro metodista unido, dio al Atlanta Journal-Constitution en junio: “La Biblia y Jesús definen al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. La iglesia no puede condonar o bendecir los matrimonios entre homosexuales porque se oponen a la escritura y a nuestra tradición”.

Para lo cual existen dos respuestas obvias: en primer lugar, aunque la Biblia y Jesús dicen muchas cosas importantes acerca del amor y la familia, ninguno de los dos define explícitamente al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Y en segundo lugar, como lo demuestran los ejemplos anteriores, ninguna persona moderna y sensata desea que el matrimonio luzca en todos sus detalles algo como lo que la Biblia describe. En EE. UU., el concepto de “matrimonio” se refiere a dos cosas distintas, una institución religiosa y una civil, aunque a menudo se combinan ambos. Como institución civil, el matrimonio ofrece beneficios prácticos a ambos miembros: derechos contractuales impositivos, seguro, la atención y custodia de los hijos, el derecho de visita y la herencia. Como institución religiosa, el matrimonio brinda otra cosa: un compromiso de ambos miembros de la pareja para amarse, honrarse y respetarse el uno al otro en conformidad con la voluntad de Dios. En un matrimonio religioso, dos personas prometen cuidarse una a la otra de manera profunda, del modo en que creen que Dios los cuida. Quienes siguen el texto bíblico en sentido literal discreparán, pero la Biblia es un documento viviente que mantuvo su poder por más de 2.000 años porque sus verdades nos hablan incluso mientras cambiamos a través de historia. De acuerdo con esto, las Escrituras no nos dan ninguna buena razón por la que los homosexuales y las lesbianas no deban estar (civil y religiosamente) casados, y sí varias excelentes razones de por qué deben hacerlo.

En el Antiguo Testamento, el concepto de familia es fundamental, pero existen muy pocos ejemplos de lo que conservadores sociales denominarían “la familia tradicional”. El matrimonio era importante para la transmisión de la tradición y la historia, así como para mantener el preciado y débil monoteísmo de los judíos. Pero como señala Alan Segal, erudito de la Universidad de Barnard y especialista en la Biblia, el acuerdo era entre “un hombre y tantas mujeres como podía pagar”. Los conservadores sociales señalan a Adán y Eva como pruebas de su argumento de un hombre y una mujer, en particular, el siguiente versículo del Génesis: “Por lo tanto, el hombre deja a su madre y a su padre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Pero como afirma Segal, si usted cree que la Biblia fue escrita por hombres y no transmitida directamente por Dios, entonces este versículo fue escrito por personas para las que la poligamia era común (el hecho de que las parejas homosexuales no puedan procrear también fue planteado como objeción bíblica, pues ¿acaso no dijo Dios: “Creced y multiplicaos”? Los autores de la Biblia nunca pudieron imaginar el mundo del futuro de la adopción internacional y la reproducción asistida).
Ozzie y Harriet tampoco están en ningún lugar del Nuevo Testamento. El Jesús bíblico era enfáticamente soltero. Predicó un tipo radical de familia, una comunidad generosa de creyentes, cuyo vínculo con Dios reemplazaba todos los lazos de sangre. Dejen a sus familias y síganme, dice Jesús en los Evangelios. No habrá matrimonio en el cielo, dice en Mateo. Jesús nunca menciona la homosexualidad, pero condena el divorcio (dejando, en algunos casos, una escapatoria para los maridos de mujeres infieles).

El apóstol Pablo se hizo eco de la falta de interés del Señor de los cristianos en los temas de la carne. Para él, el celibato era el modelo de perfección cristiana, pero la estabilidad de la familia era la mejor alternativa. Cásense si deben hacerlo, dijo en público, pero no se divorcien. “En cuanto a los casados, les doy esta orden, que no es mía sino del Señor: Que la mujer no se separe de su marido”. Quizás sea innecesario decir que la frase “matrimonio gay”, no aparece en la Biblia en absoluto.

Si la biblia no proporciona ejemplos abundantes del matrimonio tradicional, ¿entonces en que se basan los opositores al matrimonio gay? Bueno, en la homosexualidad, por supuesto, específicamente en las relaciones sexuales entre varones. Las relaciones sexuales entre mujeres nunca han levantado tanta ira, ni siquiera en tiempos bíblicos. En su entrada sobre “prácticas homosexuales”, el Diccionario Bíblico Anchor señala que en ningún lugar de la Biblia sus autores hacen referencia a las relaciones sexuales entre mujeres: “posiblemente porque no da como resultado una unión física verdadera (mediante la entrada del miembro masculino)”. La Biblia condena las relaciones sexuales entre varones gays en unos cuantos pasajes. En dos ocasiones, el Levítico se refiere a las relaciones sexuales entre hombres como “una abominación”, pero son líneas hechas de pasada en un texto peculiar dedicado a presentar los códigos para vivir en el mundo judío antiguo, un texto que dedica un versículo tras otro a los tratamientos para la lepra, los rituales de limpieza para las mujeres que están menstruando y la manera correcta de sacrificar a una cabra. La mayoría no consultamos el Levítico antes de cortarnos el pelo ni realizamos sacrificios de sangre; nuestro conocimiento moderno del mundo superó sus fórmulas. ¿Por qué deberíamos considerar su condena a la homosexualidad más seriamente de la que dedicamos a su consejo, más amplio, sobre el precio a pagar por un esclavo?

Pablo era estricto con la homosexualidad, aunque recientemente, los eruditos progresistas argumentaron que su condena a los hombres que “se abrazaron en deseos los unos por los otros” (a lo que denomina “una perversión”) es realmente una crítica al peor tipo de perversidad: el autoengaño, la violencia, la promiscuidad y el libertinaje. En su libro “The Arrogance of Nations” (“La arrogancia de las naciones”), Neil Elliott afirma que Pablo se refiere en este famoso pasaje a la depravación de los emperadores romanos, como los hábitos cobardes de Nerón y Calígula. “Pablo no habla en absoluto sobre lo que llamamos homosexualidad”, dice Elliott. “Habla sobre cierto grupo de personas que han hecho todo en esta lista. No enfrentamos nada como el amor gay o el matrimonio gay. Hablamos de personas violentas que encuentran su final y son juzgadas por Dios”. En todo caso, podríamos añadir, Pablo habló más enérgicamente en contra del divorcio, y al menos la mitad de de los cristianos estadounidenses pasa por alto esa enseñanza.

Las objeciones religiosas al matrimonio gay no se basan en la Biblia, sino en la costumbre y en la tradición (y, hablando con franqueza, en un malestar personal con las relaciones homosexuales, el cual trasciende los argumentos teológicos). Las oraciones y rituales comunes reflejan nuestra práctica común: en el Libro Episcopal de la Oración Común se describe a los participantes en un matrimonio como “el hombre y la mujer”. Pero la práctica común cambia, y para bien, como señaló el reverendo Martin Luther King: “El arco de la historia es largo, pero se inclina hacia la justicia”. La Biblia aprueba la esclavitud, una práctica que todos los estadounidenses consideran vergonzosa y brutal. Recomienda la pena de muerte para los adúlteros (y, por cierto, en el Levítico, la recomienda también para los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres). Proporciona una protección conceptual para los antisemitas. Una visión madura de la autoridad bíblica nos exige, como lo hizo en el pasado, ir más allá del literalismo. La Biblia fue escrita para un mundo tan distinto al de nosotros que es imposible aplicar literalmente sus reglas hoy día.

Específicamente, el matrimonio evolucionó a tal grado que ahora resultaría irreconocible para las esposas de Abraham y Jacob. La monogamia se convirtió en la norma en el mundo cristiano en el siglo VI; el frecuente disfrute de amantes y prostitutas por parte de los maridos se volvió tabú a inicios del siglo XX (en la encuesta de newsweek, 55 por ciento de los encuestados dijo que los heterosexuales casados que tienen relaciones sexuales con alguien además de sus cónyuges eran más condenables desde el punto de vista moral, que una pareja de homosexuales que establecieron un compromiso). A mediados del siglo XIX, los tribunales estadounidenses se ponían de parte de las esposas que eran las víctimas de violencia doméstica, y en la década de 1970, la mayoría de los estados se habían liberado de sus leyes de “dirigir y dominar”, que daba a los maridos el derecho a determinar dónde viviría una familia y si una esposa podría trabajar. La visión actual del matrimonio como una unión de miembros iguales, unidos en una relación tan romántica como pragmática, es radical de acuerdo con estándares muy recientes, señala Stephanie Coontz, autora de “Marriage, a History” (“El matrimonio, una historia”).

Las ceremonias de bodas religiosas ya cambiaron para reflejar los nuevos conceptos del matrimonio. ¿Recuerda cuando solíamos decir “hombre y esposa” en lugar de “Marido y mujer”? ¿Se acuerda de cuando dejamos de usar la palabra “obedecer”?
No podemos consultar la Biblia como un manual de matrimonio, pero podemos leerla en busca de verdades universales mientras luchamos por lograr un futuro más justo. La Biblia brinda inspiración y consejos sobre temas como el amor, el matrimonio, la familia y la comunidad. Habla elocuentemente del papel crucial de las familias en una sociedad justa y de los riesgos que asumimos nosotros mismos y nuestros hijos si dejemos de tratar de unirnos en parejas amorosas. A los hombres gays les gusta señalar la historia del apasionado rey David y su amigo Jonathan, con quien era “un solo espíritu” y a quien “amaba como se amaba a sí mismo”. Los conservadores dicen que se trata de una historia sobre una amistad platónica, pero también es una historia sobre dos hombres que se apoyan mutuamente en tiempos turbulentos, a través de una guerra violenta y la desaprobación de un padre poderoso. David rasga sus vestiduras a la muerte de Jonathan y, al llorar su pérdida, escribe una canción:

Por ti lleno de angustia, Jonathan, hermano mío;
en extremo querido.
Más delicioso para mí tu amor,
que el amor de las mujeres.

En este pasaje, la Biblia elogia el amor perdurable entre varones. Quizás sea mejor dejar para la historia y para nuestra imaginación lo que Jonathan y David hicieron o dejaron de hacer en la intimidad.

La Biblia brinda muchos ejemplos de los matrimonios que desafían los convencionalismos pero que benefician a la comunidad en general. La Torá desalentaba a los antiguos hebreos de contraer matrimonio fuera de la tribu, aunque Moisés estaba casado con una extranjera, Zipporah. La reina Esther estaba casada con un no judío y, según la leyenda, salvó al pueblo judío. El rabino Arthur Waskow, del Centro Shalom en Filadelfia, cree que el judaísmo prospera mediante la diversidad y la inclusión. “No creo que el judaísmo deba dejar a ninguna parte de la población humana fuera del proceso religioso”, dice. “No debemos dejar [a los homosexuales] fuera de la carpa sagrada”. El casamiento de José y María también es poco ortodoxo, un caso de un arreglo poco convencional aceptado por la sociedad para el bien común.

En la historia cristiana, el mensaje de aceptación para todos está codificado. Jesús tiende la mano a todos, especialmente a los marginados, y toma a toda la comunidad cristiana en sus brazos. El gran erudito bíblico Walter Brueggemann, profesor emérito del Seminario Teológico de Columbia, cita al apóstol Pablo para buscar el apoyo bíblico al matrimonio gay: “No hay ni griegos ni judíos, ni esclavos ni libres, ni hombres y mujeres, pues todos son uno en Jesucristo”.

La práctica de la integración, aun desafiando las convenciones sociales, apoyar a los excluidos, el énfasis en el compañerismo y la comunidad por encima y en contra del caos, la depravación, la indiferencia; todos estos valores bíblicos están a favor del matrimonio gay. Si uno apoya la igualdad racial y de la naturaleza común de la humanidad, entonces también estará a favor de la estabilidad, la monogamia y la familia. Terry Davis es pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana en Hartford, Connecticut, y presidió “uniones sagradas” desde 1992. “Estoy en contra de la promiscuidad, el amor debe expresarse en relaciones comprometidas, y no a través de relaciones sexuales informales, y pienso que la iglesia debe reconocer la validez de las relaciones comprometidas entre personas del mismo género”, dice.

No obstante, pocas denominaciones judías o cristianas aprueban oficialmente el matrimonio gay, incluso en los estados donde es legal. La práctica varía de acuerdo con la región, la iglesia o sinagoga, e incluso según el clérigo. Varias denominaciones progresistas —por ejemplo, la Iglesia Unida de Cristo— han aceptado apoyar el matrimonio gay. Otras denominaciones y diócesis realizan ceremonias de “unión sagrada” o “bendición”, pero huyen de la palabra “matrimonio” porque es políticamente explosiva. Así que la frustrante pregunta semántica permanece: ¿las personas gays deben casarse en el mismo sentido sacramental que las personas heterosexuales? Yo opino que sí. Si todos somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, entonces negar el acceso a cualquier sacramento con base en la sexualidad es exactamente lo mismo que negarlo con base en el color de la piel, y ninguna persona seria podría negarlo. Las personas se casan “para su mutuo regocijo”, explica la reverenda Chloe Breyer, directora ejecutiva del Centro Interdenominacional en Nueva York, citando la ceremonia matrimonial Episcopal. Eso es lo que hacen las personas religiosas: cuidarse unas a otras a pesar de la dificultad, añade. En el matrimonio, las parejas se acercan a Dios: “Estar juntos en la comunidad es la forma de amar a Dios. De eso se trata el matrimonio”.

Sin embargo, la necesidad humana es más básica que la teología. Al igual que Abraham, queremos envejecer rodeados por amigos y familiares y ser enterrados por fin tranquilamente entre ellos. Queremos, como Jesús nos enseñó, amarnos unos a otros por nuestro propio bien; y no ser demasiado grandilocuentes con relación a ello, para bien del mundo. Queremos que nuestros hijos crezcan en hogares estables. Realmente, lo que ocurre en el dormitorio no tiene nada que ver con esto. Mi amigo, el sacerdote James Martin, dice que su escritura favorita relacionada con la cuestión de la homosexualidad es el salmo 139, una canción que elogia la belleza y la imperfección en todos nosotros y glorifica el conocimiento de Dios con respecto a nuestra vida más secreta: “Te alabo porque estoy terrible y maravillosamente hecho”. Y luego añade que en su corazón cree que si Jesús estuviera vivo hoy, extendería la mano especialmente a los homosexuales y a las lesbianas que se encuentran entre nosotros, porque “Jesús no quiere que las personas estén solas y tristes”.

12/12/2008

A Favor de la Muerte de Gays

Notarán mis queridos lectores(as) que esa institución que ha perdurado impunemente por más de una decena de siglos llamada el vaticano se posiciona en la ONU a favor de la penalización de la homosexualidad, a favor del encarcelamiento y ejecuciones de gays.

Junto a esa organización delictiva se acurrucan otras de la misma calaña, en su mayoría islamicas. No voy a criticar dicho posicionamiento homicida que mantiene el catolicismo ante la diversidad sexual, más bien quisiera felicitarle; pero no por los "bonitos deseos" que me desea a mí y a otras personas como yo, le felicito porque muy pocas veces el catolicismo se muestra tan consecuente con su fabulosísimo catecismo y de una forma tan pública.

Me explico: no es de sorprenderse que el catolicismo se muestre a favor de la pena de muerte, raro sería que se mostrará en contra; y prueba de ello es su ya bien sabido currículum vitae (envidiable para cualquier asesino en serie) el cual ha sido repasado una y otra vez en los libros de historia, a través de grandes periodistas, en nuestros blogs ateos, etc: en la realidad desde el acogimiento del cristianismo por parte del emperador Constantino hasta estos días donde la iglesia católica ha protagonizado casi de todo... de todo lo inmoral. Y ficticiamente la biblia donde reside un mito llamado yaveh, un ente ultrasensible que ha asesinado de muchas maneras y sin el menor remordimiento o piedad alguna: ahogamientos masivos, aplastamientos masivos, enfermedades mortales masivas, leyes sanguinarias, osas que mutilan y comen niños, ejércitos sanguinarios, padres que matarían a sus hijos, personas torturadas con tal saña, etc. En efecto toda la religión católica esta permeada de muerte , sangre, sufrimiento... por ello no es de extrañarse que el catolicismo apruebe la matanza de homosexuales y por fin se muestra consecuente con su catecismo como muy pocas veces lo hace posicionandose en favor de dicha medida. (Ahora solo le falta que se quite esa denominación que suele autoetiquetarse y que en su boca suena macabramente burlesca: "Pro Vida", y poner algunos sustitutos dignos de dicha doctrina, tales como "Anti mujer", "Anti sexualidad", "Anti progresismo", "Anti ciencia")

Ahora, existe una diferencia abismal entre que felicite al catolicismo por ser consecuente con sus enseñanzas genocidas a que pudiese llegar a aprobar dichas enseñanzas macabras. Ni siquiera soy partidario de la pena de muerte para quién realmente se la merezca (soy pro cadena perpetua para asesinos, secuestradores y otros tipos de criminales) ¿Que les hace pensar que pudiese aprobar la pena de muerte para personas que simplemente son lo que son? ¿Es éticamente correcto asesinar a una personas solo por ser quién es? ¿Es ético encarcelarle por un aspecto tan neutral como la orientación sexual? Felicitar a una institución criminal por ser consecuente con sus enseñanzas criminales es una cosa, pero de ahí a aprobar dichos alegatos homicidas es otra cosa. Yo apruebo la libertad que debemos tener todos, seamos gays, bisexuales o heterosexuales; los gays tenemos tanto derecho a vivir como los heterosexuales, los bisexuales y los transexuales, perseguirnos, querernos encarcelar o asesinarnos solo por ser como somos es un crimen, homofobia pura que no debe quedar impune.

Pero ¿porque me alegra que un criminal sea coherente con sus enseñanzas criminales? Fácil, gracias a ese posicionamiento público del vaticano en favor de la pena de muerte para gays muchas personas ya están cayendo en la cuenta sobre lo que realmente es el catolicismo, 90% de los italianos (Italia, país profundamente católico y conservador) se posiciona en contra del vaticano sobre su posicionamiento para con los gays (tecleen en google o vayan a Sentido G y les aparecéra la nota), incluso el evangelismo ha señalado al vaticano por la misma razón como "falto de caridad cristiana", y muchos articulistas han hablado al respecto sobre dicha polémica. Pero lo que me ha puesto enormemente contento es que al fin muchos de mis congéneres gays hayan decidido no apoyar más al catolicismo, lo que no pude hacer yo tratando de convencerlos por mucho tiempo de que el catolicismo les deseaba lo peor lo hizo el mismo vaticano con una sola declaración pública (una vez dije que para mi desgracia buena parte del entorno gay es muy devoto, aunque sea por encimita).

Ni siquiera el cardenal Celestino con sus declaraciones hipócritas ha podido disfrazar el facismo católico (si tienes la oportunidad de detener una matanza y te niegas a detenerla, eres complice de ella); el catolicismo prefiere ver cuellos rotos para salvaguardar su muy cuestionada moral medieval, pero esta vez no se irá tan impunemente como siempre, hoy va a pagar un precio: el de la deserción masiva y el confinamiento al rincón más alejado de la historia.

La iglesia católica se ha colocado por sí sola la soga al cuello (una forma en la cual el islam asesina gays), y cuando se desprenda la parte de la tarima donde esta posada voy a sonreír aún más, porque al fin estará pagando por todos sus crímenes de los que ha salido impune por siglos, y siglos, y siglos...

12/03/2008

La maldición de la hombría

O masculinidad, o machismo, o "ser hombre", o "actúa" como "hombre", o simplemente no llores porque los "hombres" no lloran...

La ideología judeo cristiana alaba el machismo; la biblia aprueba el dominio patriarcal por sobre todas las cosas, va desde la dura condena hacia Eva en el mítico relato creacionista hasta las altamente misóginas y homófobas cartas de Pablo; medianamente reciente afianzado por la ideología tomista respecto a la mujer violada, la ideología agustiniana sobre la supuesta "malignidad" de los "placeres carnales" y fuertemente apoyado por Inocencio VIII y el Malleus Maleficarum. Adorado y ensalzado por numerosos líderes cristianos fundamentalistas como el (ahora difunto...) ultraderechista panista Carlos Abascal, se ha propagado como una peste en los últimos años, ha invadido la publicidad, desde los anuncios de cerveza hasta shampos (sí, ese mismo, el anuncio del tipejo vestido de negro que brama y brama que los "hombres no tenemos que seguir usando shampoos para mujeres" y que se burla en uno de sus anuncios de la supuesta "labilidad" e "histericidad" de la mujer "en sus días", creo que con el objetivo de alardear sobre su "condición de hombre" que supuestamente le da "fuerza" y "superioridad", a la vez que también se burla de los hombres que "son lábiles"; por cierto, tipejo de negro, la razón por la que las mujeres no usan "productos de hombres" es porque nosotros los hombres les sobrepasamos los niveles de testosterona en 8 veces, y por eso no les crece mucho vello y a nosotros sí, es cuestión de fisiología endocrina elemental, no de "inteligencia").

Si hojeamos la biblia veremos que esta llenísima de relatos que ponen al hombre por arriba de la mujer, donde la dignidad del hombre vale más que la de la mujer y donde se incita a que el hombre tenga el "dominio total" de todo lo que le rodea, incluyendo la mujer y los hijos, y de hecho algunas encíclicas y cartas vaticanas alaban la "masculinidad". Se puede considerar entonces que el machismo es de raíces cristianas, aunque sería injusto achacarle tal joyita solamente al catolicismo, ya que es ampliamente aceptado y alabado por el Islam, el mormonismo, el evangelismo, el protestantismo, etc. (Solo el anglicanismo encabezado por las ideologías liberales de Rowan Williams se ha librado un poco de la maldición)

Bueno, a todos esos hombres y mujeres "pro masculinidad machista" les tengo una noticia: en efecto y como dicen ustedes el que es hombre es hombre... pero no por las "actitudes" que este "deba" tener. Me explico, a menos que se hable de transexualidad o de intersexualidad, el hombre es hombre únicamente por su sexo biológico, nada más. Ser hombre significa únicamente tener más masa muscular que grasa, más vello, más testosterona en sangre, un pene, unos testículos, el resto de los órganos sexuales masculinos. Pero eso es todo, ser hombre no es más que nuestro sexo biológico.

Ahora, lo que según ustedes "debe ser" un hombre no es biología ni forma parte de la naturaleza, es solo ideología machista, una ideología mutiladora de sentimientos, de sanas convivencias, grosera y muy dañina.

Seré directo y les voy a pintar la realidad del machismo, aquello que no les dicen y que creo deben saber, digo haber si dejan de "autoenaltecerse" ofendiendo la "falta de hombría" del resto.

1. ¿Un cigarrito? Vamos toma uno porque sino eres un maricón. Bueno, ni el gay es "menos hombre" por ser lo que es, tampoco te hace "menos hombre" no aceptar un cigarrillo. Pero yo preguntaría ¿morir de cancér pulmonar también es de hombres? Notas como vas escupiendo sangre en el transcurso de la enfermedad mientras te quedas sin respiración, o tal vez ahogado en tu propia sangre porque el cáncer fistulizó hacia arterias. O tal vez de EPOC, igual mueres asfixiado. ¿Son tan hombres como para afrontar una muerte horrenda y que pudo haberse evitado?

2. Los anuncios de cerveza que ensalzan la masculinidad: los hombres beben y beben. ¿Tienes un seguro médico? Si no lo tienes y crees que es "muy hombre" beber y beber te recomiendo que lo saques, la hepatitis crónica y la cirrosis hepática son comunes entre los alcoholicos, si llegas a tener cirrosis debes ser muy cauteloso ya que es frecuente que la sangre de tu hígado vaya directamente a tu esófago y se acumule tanta que revienta las venas de ese órgano, y cuando eso pase comenzarás a vomitar masivas cantidades de sangre, podrías morir desangrado o ahogado en ella. O tal vez se te forme un cáncer de hígado, que si no se trata a tiempo nunca más podrás "ser hombre".

3. No llore mi´jo, los hombres no lloran. Típica frase de las madres mexicanas "muy rogonas", no se si en otros países también. Educa a tus hijos como desees, pero yo que tú no les diría eso; imagina que después de tiempo tus hijos opten por maltratarte porque eres mujer, o hacerte de menos o dejarte como "segunda mano". Sí son varones heterosexuales y sí se casan es seguro que desquiten sus frustraciones con su esposa e hijos; la frase "los hombres no lloran" crean hombres insensibles, incomprensibles, golpeadores, violadores y maltratadores, eso sin contar el hecho de que reprimir el llanto suele formar resentimiento, neurosis, baja autoestima, etc. Luego no se quejen.

4. El hombre no debe mostrar afectos ni sensibilidad. La misma mecánica, sentimientos reprimidos crean neurosis y baja autoestima, puede que hasta trastornos de somatización.

5. El hombre únicamente desea a la mujer. Esta es una verdad a medias ya que únicamente suele ser cierta para hombres heterosexuales y parcialmente cierta para hombres bisexuales. Para hombres gays nos resulta falaz y tal asevaración resulta fatal para la salud sexual, sobre todo si la recibe un adolescente gay. Imaginen que tal aseveración sea recibida a edad temprana por alguién a quién este joven gay ve como su tutor o que sabe mucho, aútomaticamente le arruinan su adolescencia ya que o termina viviendo su sexualidad con mucho sentimientos de culpa y verguenza o simplemente no la vive y reprime la posibilidad de vivir grandes momentos para su vida. No se diga de su vida posterior a esa etapa, esta aseveración es la causa principal de prejuicios antigays, de que muchos gays se vean obligados a casarse con una persona de su sexo opuesto para luego descargar sus frustraciones contra su conyúge e hijos, de que se formen los más grandes homófobicos de la historia (recordemos a nuestros amigos Ted Haggard y Serrano Limón, el primero pastor evangélico y líder "ex gay" y el segundo líder "ex gay" y cabecilla de pro vida, ambos muy homófobicos y anti gays pero con una vida secreta como gays reprimidos sosteniendo relaciones sexuales "en lo oscurito") y principalmente la causa por la que muchos chicos gays opten por suicidarse al sentirse incomprendidos. ¿Es regla general que el hombre desee únicamente a la mujer? Para muchas religiones esta sí es una regla general y "lo normal", pero para la sexología clínica y la psiquiatría no opusdeista afirmar tal cosa es un crimen contra la salud física y sexual. Cuidado...

6. Los hombres penetran nada más, no se dejan penetrar. A diferencia de los 5 alegatos anteriores este sexto alegato machista no tiene serias repercusiones a la salud, pero sí priva de mucho goce. Me explico, los sexólogos y otros profesionales de las ciencias de la salud están de acuerdo en que el punto G del hombre es la próstata, y esta únicamente puede estimularse mediante un tacto rectal. Muchos hombres, sobre todo los heterosexuales, no permiten este tacto, evidentemente para estimular la próstata no se necesita forzosamente de un pene, sino de una pareja que haga dicho tacto con sus dedos o con un dildo, he conocido a más de un heterosexual que le gusta que sus novias los penetren con algún dildo o con sus dedos. Como dije, este alegato machista no tiene repercusiones serias en la salud, pero si priva de más goce en el sexo.

7. El hombre debe ser agresivo. Con ese alegato ya se explican el porque muchos hombres mueren en guerras, en peleas, en discusiones, a balazos, a puñaladas, a golpes...

8. El hombre no se priva de nada a la hora del sexo. Uno de los alegatos machistas más peligrosos; esta es la causa principal de que se formen violadores y de que a la hora de las relaciones sexuales no usen protección o tomen las debidas precauciones.... cuidado.

9. Finalmente, porque creo que ya me he alargado muchísimo en esta entrada, el hombre machista comúnmente esta cuidando sus pensamientos, sus "manerismos" o sus "sentimientos" para evitar mostrarse débil o "poco hombre" ante los demás. ¿Acaso no es un gasto enorme de energía fingirse otros? Esa energía puede ir perfectamente enfocada a otros aspectos mucho más productivos.

En conclusión: la ideología machista no nos hará "más hombres", tampoco nos hará "menos hombres" no seguirla. Ser hombre solo es cuestión de biología y fisiología endocrina, nada más. Lo demás son ideologías castrantes...

12/02/2008

Los inventores del catolicismo falso.

El que no existe y del que muchos hablan...

El día de hoy no pensaba agregar una entrada, pero dado que nuestra compañera (muy católica, por lo que se ve) Guerrera de la Luz ha visitado algunos de los blogs ateos opinando de forma respetuosa en los posts y bueno, que también cuestiona mi aparente falta de intéres en el diálogo he decidido responder a sus cuestionamientos el día de hoy. Eres bienvenida a este blog, Guerrera. No te respondí a alguno de los blogs que tienes porque hay mucha música y te soy franco, me molesta un poco el ruido.

Me dices que le pregunte a un padrecito católico que tenga un poco de sentido común y que me responderá que en efecto, que si uno tiene VIH se debe usar el condón. Yo te pregunto a tí ¿nada más se debe usar el condón cuando se tiene VIH? Porque para mí el condón se usa para prevenir infecciones de transmisión sexual entre las parejas u encuentros sexuales, para evitar reinfecciones si es que ya hay una infección por VIH u otro gérmen, y para evitar embarazos y paternidades no deseadas (resulta más conveniente a que luego las parejas heterosexuales recurran a la decisión de abortar ¿no es así? pero ese es otro tema que amerita otra entrada). Sí ese es el consejo del sacerdote de usar el condón cuando se tenga VIH entonces no solo no tiene sentido común sino que esta dando un consejo a medias, y los consejos a medias en la salud suelen ser muy peligrosos.

Después me dices que me informe bien sobre la postura de la Iglesia Católica con respecto al SIDA y al condón, y que incluso el catolicismo ha ayudado demasiado (por la impresión que das en tus comentarios) a las personas que viven con VIH, acompañandólos en sus últimos momentos. Una posibilidad de varias: o estás en otra religión diferente a la católica, o desconoces el contenido real de los estatutos de la iglesia católica, o los conoces muy bien pero prefieres ignorarlos (sí es así te informo que estas cometiendo un "acto de herejía" según los estándares del catolicismo; si eres católica le debes ciega fidelidad total a las reglas del Vaticano y a Ratzinger, recuerda una de tus reglas de oro: "El Papa es infalible"), o los conoces bien aunque los niegas y a la vez los llevas a la práctica.

Admito que tienes algo de razón, el catolicismo ha abierto albergues y refugios para todo tipo de personas desahuciadas, especialmente para aquellas que viven con VIH, y sí, podrán tratarles bien, les dan de comer, un techo, y hasta les dan el apoyo que podrían necesitar. Sin embargo hay una grandísima desventaja en estos albergues católicos (por más "bonita voluntad" que puedan tener para ayudar) para personas que viven con VIH: sabemos muy bien que no todos los infectados por VIH son heterosexuales, también hay una cantidad considerable de afectados por el VIH que son gays y tienen a su pareja en ese momento, y también sabemos (ambos, yo por ateo gay ex-católico y tu por católica) las posturas no tan bonitas que sostiene el catolicismo con respecto a la homosexualidad y los gays. No es el caso tocar esas posturas homofóbicas (algunas son hasta graciosas, y otras ofensivas) el día de hoy, sino hacer notar el descrédito que le otorgan a los albergues católicos para personas que viven con VIH: podrás decirme que esos albergues católicos también acogen con cariño y solidaridad a las personas homosexuales, que también les otorgan la misma ayuda, la misma caridad y la misma comprensión que si fueran heterosexuales, y que ustedes católicos son desinteresados a la hora de ayudar, que no se fijan y no discriminan a la hora de ayudar; podría decirte que es un bonito discurso por parte del catolicismo de no ser porque en realidad resulta ser falaz a la hora de la hora: te encargo un enorme favor, pregunta a los padrecitos católicos o a las monjas encargadas de esos albergues si permiten que el novio del chico gay pueda acompañarle en su momento de enfermedad, desahucio o sus últimos momentos, estoy segurísimo de cual va a ser la respuesta que vas a obtener, o tal vez ya la sepas tú misma.

Entre otras cosas, como tu comprenderás, no creo en la jerarquización de los sentimientos, especialmente en la del amor. No creo que haya "tipos de amor", o que un "tipo de amor valga más que otro", o que uno sea "sano" y el otro "enfermo", o peor aún, que uno sea "verdadero" y el otro "no es verdadero", y no creo porque aparte que no me gusta jerarquizar o tipificar los sentimientos no soy una especie de "adivino" para saber que es lo que están sintiendo o no están sintiendo las demás personas. Pero tal parece que a la iglesia católica le fascina jerarquizar los sentimientos, jerarquizar los géneros, jerarquizar las relaciones y sobre todo estigmatizar a rajatabla sin importarle nada. Y si aún no me crees o lo niegas te pongo un pequeño fragmento de la famosísima Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Atención Pastoral a las Personas Homosexuales, cuyo autor es nada más y nada menos que Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI:

"En la discusión que siguió a la publicación de la Declaración se propusieron unas interpretaciones excesivamente benévolas de la condición homosexual misma, hasta el punto que alguno se atrevió incluso a definirla indiferente o, sin más, buena. Es necesario precisar, por el contrario, que la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo, la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada...

La actividad homosexual... contradice la vocación a una existencia vivida en esa forma de autodonación que, según el evangelio, es la esencia misma de la vida cristiana. Esto no significa que las personas homosexuales no sean a menudo generosas y no se donen a sí mismas, pero cuando se empeñan en una actividad homosexual refuerzan dentro de sí una inclinación sexual desordenada, en sí misma caracterizada por la autcomplacencia."

Como ves para tu líder Ratzinger la homosexualidad en sí misma constituye un gravísimo pecado y más si se lleva a los actos. También tipifica de forma general y tajante que todo amor entre personas del mismo sexo es desordenado y autocomplaciente, o sea que no es un verdadero amor; el subrayado es mío. El área de la ciencia del sexo de hoy en día - y hablo de psicólogos, médicos y psiquiatras que no pertencen al Opus Dei u otra organización cristiana - considera que es pesímo para la salud sexual de la persona reprimir su sexualidad misma, sea una sexualidad heterosexual, bisexual u homosexual. Pero bueno me he desviado un poco del tema. De todos modos este fragmento te lo hice saber para que sepas el porque no permiten la entrada del novio de un chico gay VIH(+) a esos albergues.

Esta jerarquización de los afectos y sentimientos que hace el catolicismo hace que estos albergues católicos para personas que viven con VIH prohíban la entrada a los novios de los chicos gays desahuciados a pesar de que el chico gay con VIH necesite de todo el apoyo y el cariño de su pareja en esos momentos duros. Apostaría casi lo que fuese a que hay centenas, tal vez millares de historias donde un chico gay infectado con VIH muere en un albergue católico anhelando la compañía de su novio en sus últimos momentos de vida, sentir su presencia, que le diga te quiero y que lo va a extrañar mucho, que lloren juntos, se puedan querer y despedir en los últimos momentos, pero que a fin de cuentas no lo dejaron pasar solo porque unos tipos vestidos de sotana consideran que no deben estar juntos porque su amor es "desordenado, contranatura y autocomplaciente" ¿Así, o más cruel la escena con condenas?

Ustedes pueden opinar lo que quieran con respecto a la homosexualidad, el uso del condón, el SIDA, etc., y aplicar esa opinión entre su círculo de creyentes, respeto su derecho a profesar su religión con las creencias que ustedes quieran y manden, pero no me pidan que respete su punto de vista porque no lo voy a hacer, para ustedes quizá eso signifique "fe católica" o "creencia divina", pero para mí eso se llama crueldad sin justificación racional. No todas las personas que reciben atención esos albergues católicos son heterosexuales, y algunas personas gays hospedadas ahí tienen novio al cual no lo dejan entrar y mueren sin tenerlo a su lado. En todo caso mi recomendación final es que si una persona tiene VIH y es heterosexual o un gay sin pareja elija el albergue que guste y mande, sea católico o no católico, pero sí es una persona gay VIH(+) con novio y desea que su novio este a su lado en esos momentos de dolor hay que evitar imperativamente los albergues católicos y buscar alguno sin afiliaciones religiosas. Y sí, si los hay.

En cuanto al uso del condón me dices que la iglesia no lo prohíbe. Te vuelvo a invitar a que le preguntes a ese mismo padrecito y a esa misma monjita sobre el tema, empieza a conocer tu religión. Es más, te recomiendo leas la encíclica católica títulada Humanae Vitae para que sepas la postura exacta de la iglesia católica con respecto al condón. Te adelanto un poco: la abstinencia es "pro vida" y el condón "pro muerte". Pero leelá de verdad, no creo que desees contradecir las verdaderas enseñanzas de la iglesia católica y quedar como una "hereje" desde su perspectiva, quizá ya no queman a los herejes en la hoguera pero ya Ratzinger habló hace poco al respecto: cristianos rebeldes se van al infierno, y hay que recordar que la iglesia católica sostiene que "El Papa es infalible"... No hables de un catolicismo que no existe, lee la biblia y las encíclicas.

Ah, una última cosa, el Vaticano tiene riquezas incalculables, se dice que alimentaría a todo el continente africano durante 20 años en espacio de tres comidas diarias ¿porque no se "dona a sí mismo" y da un poquito de él para combatir al VIH/ SIDA? Teniendo tantas riquezas en sus manos y si ayuda mucho ¿porque no lo ha hecho y en vez de ello le pide a sus feligreses que donen? porque si te das cuenta los creyentes católicos son una parte de la iglesia pero no son toda la iglesia, el Vaticano es otra y tiene incalculables riquezas.

Nuevamente te doy las gracias por mostrar intéres en la temática, bienvenida a mi Blog y disculpa si parecí falto de intéres en sostener un diálogo contigo, siempre es un placer dialogar y debatir.

P. D: Me alegra que catalogues como útiles los consejos que dí ayer sobre el SIDA, y no es sarcasmo eh.

P. D2: Y hablando de "pro vida" que ironía con el catolicismo, es "pro vida" pero esta a favor de la ejecución y encarcelamiento de gays, pero a la vez dice que "no discrimina". Dos contradicciones en un solo tema. ¿Te matamos pero con mucho amor? ¿Te discriminamos con amor? ¿Somos "pro vida" pero abogamos porque te maten? Leeté esta nota please.

Nota Vaticano contra la despenalización de la homosexualidad.

12/01/2008

1 de Diciembre

Día de la Lucha Internacional Contra el SIDA...

Por respeto a quiénes padecen de VIH hoy no voy a tocar posturas groseras de la religión con respecto a esta enfermedad.

Mi mensaje es corto: usa condón.

Nada te va a proteger mejor del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual que un condón. La abstinencia suele ser una libre opción para quién desee llevarla a cabo, y ni se debe de imponer ni tampoco considerarse como la primera vía de prevención en orden de impotancia. Siempre el condón.

Si vives con VIH no te preocupes de las inquisidoras condenas que suelen lanzar las religiones cristianas, porque además de ser falsedades baratas suelen exhibir como son en realidad los sentimientos de las religiones cristianas: carentes de empatía, de respeto, de compasión, de bondad y sobre todo de solidaridad. !Y además también usa condón! El hecho que tengas VIH no te exime de usarlo, para que puedas proteger a tu pareja negativa y/o para protegerte a tí mismo de posibles reinfecciones por VIH si tu pareja también es VIH (+).

No te estreses, o sea: no desvelos, no antreadas, no alcohol, no cigarro, no drogas, procurar las menores preocupaciones, una alimentación balanceada, las ocho horas de sueño, ejercicio ligero, etc. Esto agregado a las recomendaciones de tu doctor en cuanto al tratamiento te va a brindar muchos años de vida, tal y como las personas que son VIH negativas. La calidad de vida depende de si te ajustas a una vida de no estrés y del tratamiento que emita para tí tu doctor. Habla con él sobre el mejor tratamiento para tí.

Pero lo más importante: usa condón. No queremos - al menos yo no - perder a más personas que pueden ser valiosísimas para la humanidad...

De todos depende luchar contra el VIH/ SIDA y la discriminación de todo tipo.