1/20/2010

Delitos imaginarios; (santos)crimenes no pagado

Puedo tolerar, aunque me incomode, que haya tipejos o tipejas que me tachen de contranatura, cochino o asqueroso dado que existe la libertad de expresión y con ella se puede permitir incluso la lilbre circulación de ideas tan detestables o estúpidas... pero también esa misma libertad me da a mí el permiso para mandar a esos tipejos(jas) a ching*rse al arbolito más cercano, que se metan sus sagrados mandamientos por donde más les quepan e incluso hasta recordarles a su mamacita (aunque esto último pueda ser grosero de mi parte ¿pero de que otra forma ser ante el insulto religioso, el peor de todos?). Puedo permitir, incluso, que digan mentiras, como que la homosexualidad es contranatura (pese a que no es cierto y pese a que la elaboración de leyes igualitarias no necesita de miramientos "hacia la naturaleza"), que la humanidad se extinguirá si se legaliza el matrimonio gay porque "se impondrá a todos" (¿desde cuando el matrimonio gay se convirtió en una obligación para todos? ¿todos se volverán automáticamente gays al legalizarlo? ¿acaso no existe la fertilización in vitro?)... siempre y cuando yo o alguién más salga a desmentir esas burradas monumentales. Puedo permitir, hasta eso, la libre circulación de falacias llamadas antitesis, como lo de "amar al homosexual pero despreciar tanto el impulso como los actos"... como lo que siente o hace le confiere el título de homosexual, entonces no puedes amar al homosexual y a su vez despreciar lo que lo categoriza de ese modo. Pero lo que nadie debe consentir, incluso ni la persona más "pro-libertad de expresión", es lanzar acusaciones de delitos graves contra una persona o comunidad sin prueba alguna... eso se llama difamación, y esta penado por la ley al crear daños morales hacia la persona o grupo difamado.

Ese delito es del que precisamente hace apología la Arquidiócesis de México, desde su horrendo semanario "Desde la Fe" (ese engendro infernal que en su momento dijo que las mujeres eran las únicas responsables de que las violaran porque provocaban a los hombres con sus minifaldas), que entra otras tantas lindezas homofóbicas y machistas acusa no a uno sino a toda la comunidad homosexual de querer adoptar menores con el objeto de abusar sexualmente de ellos, de prostituirlos o incluso !de hacer redes de pornografía infantil con ellos!... asi nada más sin tener pruebas a la mano de tan severas acusaciones. Eso ya es pasarse veinte calles incluso para la persona más homofóbica, pero eso no es todo sino que cínicamente cree que tiene "autoridad" para lanzar tal difamación perniciosa porque ellos en la Iglesia Católica "tienen la misma situación", para la cual ya han tomado las "medidas necesarias".

Comparar la pederastia con la homosexualidad siempre ha sido parte de la estrategia católica para quitar sus derechos a la comunidad gay, y también para pasar el peso del muerto hacia otra comunidad que ni la debe ni la teme (o sea: son los gays y no los sacerdotes católicos los que violan menores). Ellos ya saben perfectamente que 90% de los pedófilos son heterosexuales según cifras de la Asociación Americana de Psicología, en su gran mayoría varones, por supuesto que lo saben y por supuesto que saben que mienten al decir una y otra vez lo contrario... pero su estrategia no es decir la verdad basada en la evidencia real (si la realidad emparenta con sus credos entonces saldrán con la realidad; si no emparenta entonces les vale un cacahuate lo que diga la realidad, lo que importa es su credo) sino pura estrategia, demagogia, para imponer sus creencias a costa del odio irracional contra las minorías sexuales.

Luego, un comunicado de ACI trata de "desmentir" el comunicado íntegro del semanario facista al decir que la prensa ha "tergiversado" las palabras, y después de soltar las mismas burradas homófobas da a entender que es legítimo contemplar la posibilidad de que los homosexuales son violadores y para ello (siempre hacen alusión a los mismos "casos", muchos de ellos con sesgos impresionantes) habla de Dawn Stefanowicz, un individuo que tuvo una mala experiencia; un solo caso traido del extranjero gringo. Lo que nuestros poco agradables compañeros de ACI dan a entender es que si un individuo de una determinada comunidad es violador entonces por default todos deben ser violadores porque son de la misma comunidad... pero ese criterio solo lo aplican a los colectivos que odian, ya que podemos encontrar no uno sino decenas o miles de casos en el colectivo heterosexual (la nota roja siempre trae cuando mínimo uno cada día) de maridos que golpean a su esposa, que la matan y matan a sus hijos por "celos", que asesinan a sus propios hijos porque sospechan que "no son suyos", padres que violan a sus hijas menores de edad, o incluso sacerdotes católicos que llevan una doble vida casados y cuya esposa les trae menores de edad para que puedan violarlos, y todo lo anterior es más frecuente en el colectivo heterosexual que en el colectivo gay y nótese que no por eso se presupone que todos los heterosexuales sean violadores o golpeadores o infanticidas o incluso auténticas ratas pedófilicas ¿por qué presuponer que todo el colectivo homosexual, siendo uno de los que menos casos de pederastia poseen según APA, es totalmente pederasta por un solo caso? Por supuesto, de ser cierto el caso del señor Stefanowicz (nunca se sabe con la Iglesia Católica que es cierto y que no de la información que emana de sí misma) es lamentable, pero eso no significa que todos los homosexuales seamos pederastas, y eso por supuesto que también lo saben quienes nos acusan de un delito tan grave sin pruebas... pero a ellos no les importa lo que diga la realidad, les importa lo que diga su creencia superticiosa, y la defenderán aún a costa de difamar a todo un grupo de personas. La pretensión de ACI por justificar la acusación general de pederastia es, cuando mínimo, estupidamente grosera.

Ante tamañas acusaciones de delitos graves en contra de un colectivo sin tener pruebas del mismo el purpurado enfaldado tiene que pagar ante la ley, por difamación y los daños morales que podría acarrear la misma. Pero para eso hacen falta dos cosas: primero alguién con los pantalones bien sujetos que sea capaz de llevar ante la justicia a los mafiosos enfaldados; y segundo algún oído sensato dentro de la justicia mexicana que escuche y dé procedencia a la demanda... algo que aún parece complicado dado los privilegios de los que goza la Iglesia Católica Mexicana, incluso algunos por encima de la propia ley. Y es lo que a final de cuentas podría dar mucha impotencia, que (otra vez) la mafia católica se salga impunemente con la suya...

1 comentario:

  1. me llamo alcides... no soy homofóbico, aunq tampoco creo que la homosexualidad es algo natural... y bueno, la verdad, que por un lado la iglesia católica hizo mal en lo que afirmó... pero eso no quiere decir que la homosexualidad sea algo natural.. decime, cómo me demostrarías científicamente, o con la naturaleza misma, que uno nace homosexual¿?.. te invito a que leas y opines en el blog http://emilioaguero.com/ pero sólo te pido que seas respetuoso, porque ví muucho resentimiento en este blog..estoy consciente que hay otras personas que son homofóbicas e irrespetuosa, pero no por eso, seguiremos el mismo juego no¿?.. un abrazo campeón...

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