12/04/2009

10 Razones Ateas

Muchos creyentes opinan que negar la existencia de dios representa, en automático, negar la moral, negar la ética, despreciar el bien y acoger el mal, arrojar por la ventana toda forma de conciencia, ser partidario del uso de armas, guerras, desorden y pornografía (como si ese último aspecto fuera algo malo dentro del rango de lo legal), una no creencia a la que se aferran personas "enfermas emocionalmente", frustradas, resentidas, en fin... lo peor de lo peor de la humanidad, un antivalor que llevará a la destrucción del ser humano y la sociedad. Es lo que ven en la no creencia y los ateos.

Algunos de esos creyentes se permiten decir, con mucha arrogancia, que ellos y solo ellos son portadores de la verdad absoluta (dado que, según ellos, fueron elegidos por el amiguito imaginario de arriba para portarla) y, con su típica visión reduccionista de la vida que siempre les caracteriza, afirman estar convencidos de que el único significado que tiene esta vida es encaminarse a dios y nada más.

Esta es la visión que comparte la Iglesia Católica de la República Dominicana y los evangélicos norteamericanos presentes en el mismo país, su respuesta visceral a la propuesta de un ingeniero ateo de crear una organización de ateos dominicanos (Ateodom).

Deseo aclarar esos dictados religiosos tan "graciosos" en estos diez puntos:

1. Ser ateo no significa negar la moral o la ética, así como acoger la religión no es sinónimo de acogimiento de la ética o moral. La mayoría de los ateos estamos convencidos de que no necesitamos la injerencia de la religión para aprender ética o moral, estamos convencidos de que podemos llevar una vida ética y moral sin religión; para ser buenas personas no necesitamos que se nos esté amenazando constantemente con cuentos de llamas eternas o recompensas de oro y castillos celestiales. Si el ateo es buena persona no es por dichas amenazas ni por obtener recompensas en no se qué otra vida imaginaria, es porque le nace serlo. Por el contrario, los estudios preliminares de Gregory Paul (arqueólogo) con respecto a la moralidad y la creencia han demostrado que entre más creyente sea una sociedad tiende a ser más "socialmente fallida"...

2. En realidad, los ateos rechazamos ambos conceptos de bien y mal. La constante disputa entre el bien y el mal no es más que una disputa entre dos males (ambos son extremismos que a través de la historia han demostrado ser nocivos, también son dos vagos conceptos que en algún momento pordrían resultar engañosos). A menudo, los ateos nos acogemos a un principio práctico y a su respectivo opuesto con respecto a lo que es favorable para todo mundo: "No hagas a otros lo que no quieras que te hagan".

3. Nuestra capacidad de empatía y conciencia, contrario a lo que se piensa, es amplia, extensa. Esto gracias a que no se encuentra sujeta a patrones difundidamente impositivos, inflexibles, intolerantes y a menudo irreales como los que poseen a menudo algunas mentalidades religiosas, conciencia rígida por la cual se sienten orgullosos. Los dictados de la conciencia de un ateo se contruyen a partir de los hechos, de la evidencia, de su comprobación; no se construye a partir de ideas no comprobadas, aceptadas como verdad absoluta (fe: ideas sin verificación aceptadas tajantemente) y que a menudo resultan ser falsedades o verdades a medias.

4. Posiblemente habrá algunos ateos amantes de las armas, pero quién tiene más afición a las mismas, más amor por la guerra, el caos y el desorden es a menudo la religión. Si no, preguntenlé al ejército norteamericano que va a la guerra con Biblia en mano, o a aquellos están provocando el conflicto de Medio Oriente, o a aquellos que hacen estallar "hombres bomba suicidas" en África o Afganistán, a la ICAR con sus cruzadas, o echando un vistazo a la Biblia con los constantes llamados de guerra que hace el "dios del desierto".

5. Con respecto a la pornografía, cabe recalcar que una buena parte de los ateos (si no es que la gran mayoría) no nos aterra todo lo concerniente a la sexualidad, al sexo o al cuerpo humano como para ver en la pornografía a un monstruo aterrador (siempre y cuando todo sea consensuado por los integrantes, y por iniciativa propia). Lo que sí es motivo de reprobación total por parte nuestra es la pornografía infantil, la violación y el ultraje sexual a menores de edad, algo que por cierto es ampliamente amado por la Iglesia Católica, el Islamismo Radical y algunas sectas evangélicas y mormonas; sino, preguntenlé a los Legionarios de Cristo, la ICAR Irlandesa o al obispo canadiense Lahey, o vayan a Afganistán u Arabia Saudí.

6. Las personas ateas adquirimos nuestras convicciones por diversas razones: por educación inicial del entorno, por introspección, porque simplemente nunca se creyó en algo por sentido común, y otras por previas experiencias religiosas, de este último grupo algunas porque se dieron cuenta de lo absurdo e irreal que es el dogma religioso, y otras más porque sufrieron alguna experiencia penosa en su época de creyentes. Al final de cuentas, entre ateos somos de razones diversas; sí hay alguno que otro "frustrado" o "resentido" entre nosotros es gracias al abuso religioso y no al ateísmo.
Además, visualizamos que uno de los tantos requisitos para ser creyente es faltarse al respeto a sí mismos; hace falta tener una bajísima autoestima para aceptar constantemente afirmaciones como estas: !Sin Dios no soy nada! !Humíllense ante el Señor! !Somos unos desgraciados pecadores! !Quién se humille ante mí tendrá vida eterna! Así que desde luego estamos seguros que el problema de "enfermedad emocional" no está en nosotros, y sí lo está en alguién más; no ver la viga propia en el ojo ajeno.

7. Ser ateo no es un valor ni un antivalor; ser ateo solo significa "no creer en dioses y otros seres sobrenaturales para los cuales no hay explicación o evidencia alguna de que existan", punto. Nuestro valores están basados en los principio del humanismo laico, secular. Nuestro sistema de valores no es el de "valores cristianos", que en apariencia de nada le sirvió a la humanidad en 2000 años, salvo para azusar la discriminación, el odio, la violencia, la guerra, el oscurantismo, el asesinato...

8. En el Conflicto de Medio Oriente (entre judíos, islámicos y cristianos, estos últimos por parte de Occidente) siempre está latente el peligro de una guerra nuclear; en el caso de Irlanda 35 000 menores de edad fueron ultrajados física, psicológica y sexualmente por clérigos católicos y monjas, y el gobierno irlandés en vez de aplicarles un severo correctivo los premió con una ley para proteger sus creencias de las críticas bien fundamentadas; es de sobra conocido que la ICAR siempre fue de la mano con dictadores reconocidos, así como también su labor de difusión de falsa información sobre el condón y el VIH/SIDA. Alguién con tufo religioso quiere acabar con el ser humano y la sociedad, y no somos los ateos...

9. Que los creyentes se queden con su "verdad absoluta". Los ateos creemos en las verdades cambiantes, en un mundo dinámico, en una sociedad de cambio y avance constante.

10. Y, finalmente, los ateos estamos concientes de la cortedad de la vida, tan concientes que rechazamos tajantemente darle un significado tan esclavizante, extremadamente reduccionista y servilista en base a un ente cuya existencia es bastante dudosa. Consideramos que la vida, dada su cortedad y la gran diversidad que nos ofrece a su vez, debe disfrutarse al máximo y con responsabilidad, no pasarla con miedo y servilismo inútil.

God Bless Atheísm...

3 comentarios:

  1. Muy bueno como de costumbre, Quique!!

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  2. Creo que es general esa percepción.
    Mis conocidos que antes se decían mis amigos, al saber que no creo me dicen que no puede ser, que tarde o temprano volveré a mi escencia.
    Yo les digo que ser ateo no necesariamente quiere decir que eres un insensible,delincuente o que no puedas convivir con los demás.
    Pero es muy difícil hacerlos entender y que nos acepten.
    A veces si me siento aislada pero tranquila.
    Un saludo.

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