¿Será cierto que habrá severas consecuencias apocalípticas con legislaciones progresistas como la aprobación del matrimonio homosexual? ¿O solo son circos que la Iglesia Católica monta para ocultar sus verdaderos motivos para arremeter contra este y otros tipos de avances democráticos?
La religión organizada a menudo posee un comportamiento agresivo buena parte del tiempo en contra de todo tipo de avances, lanza alarmismos que a la vista del observador imparcial son completamente irracionales, habla de conspiraciones en su contra que solo existen para ellos, hablan de que son victimas a menudo de amenazas inexistentes, pero sobre todo tienen un sentido tan guerrillero en contra de quienes consideran "sus enemigos"... aunque la mayoría de las veces "estos" ni siquiera se interesen en lo que cada religión diga o haga dentro de sus iglesias.
Como el caso de Alex Freyre y José María Di Bello. Esta pareja de enamorados tenían previsto, luego del fallo de la jueza Seijas, casarse el primero de diciembre pasado, pero sus intenciones maritales fueron obstaculizadas por el lobby católico: jugando con el sistema legal al azar para ver cual podía recibir su queja en la cual no había perjudicados por el enlace de Freyre y Di Bello (ni realmente perjudicados y ni siquiera demandantes pseudoafectados), los abogados católicos se salieron con la suya y trasladaron la discusión (jugando sucio como ya he dicho) hasta el poder judicial argentino.
Pero no se quedaron ahí, y fue el 28 de diciembre cuando la Iglesia Católica recibió su "día del inocente" al creer que sus posturas integristas católicas habían triunfado por sobre la orden de la jueza Seijas: Freyre y Di Bello contrajeron nupcias en la ciudad de Ushuaia, en la Tierra del Fuego, quizá en uno de los rincones más alejados del mundo, por órdenes de la gobernadora Fabiana Ríos, convirtiéndose en el primer matrimonio homosexual celebrado en AL. Ríos aseveró que solo cumplía la ley.
Cuando eso ocurrió, toda la curia católica enrabietó, el sistema finalmente había osado en desafiar la "voluntad del señor". Abogados católicos calificaron al enlace como un show, algo que calificaron como nulo pero no usando argumentación jurídica sustentable, sino las mismas estupideces homófobas de siempre; tienen pensado trasladar su cruzada hasta allá para castigar a la gobernadora cuyo único crimen fue ser justa (como si ellos hubieran jugado limpio al promover el desacato de la jueza Seijas). A su vez, los obispos se montaron sus palabrerías: hablaban de "momentos difíciles" para los fueguinos, hablaban de destrucción de "la familia", hablaban de desprotección de "la familia", hablaban sobre crimenes contra "la familia", hablaban sobre atentados contra "la supervivencia" de la especie humana... y más y más "familia" y más y más "orden natural" y más y más "sobrevivencia de la especie humana".
Evidentemente nadie se volvió homosexual al momento en que Freyre y Di Bello se dieron el "sí quiero", la gente que es heterosexual sigue tan heterosexual como siempre, la que es homosexual sigue tan homosexual como siempre, etc etc; evidentemente ningún matrimonio heterosexual se desintegró por causa de que Freyre y Di Bello se hayan besado; evidentemente la especie humana "no se acabó" ni se acabará por el enlace de estos chicos; evidentemente su enlace no está prohibiendo el matrimonio heterosexual ni tampoco anula la posibilidad de que muchos otros hombres se sigan sintiendo atraídos e incluso se sigan casando con mujeres; evidentemente el matrimonio homosexual civil es un derecho no es una obligación, a nadie se le está obligando a casarse con una persona de su mismo sexo, el derecho ahí está para quién desee acceder al mismo... pero a nadie se le está obligando a nada; evidentemente no se le está obligando a la Iglesia y organizaciones católicas a que oficien matrimonios homosexuales, ni a que los acepten ni que los reconocan de un modo u otro; y, más aún, evidentemente no se le está obligando a las huestes católicas más reaccionarias que cambien su forma de pensar con respecto a lo que para ellos significa el matrimonio, no se les está obligando a pensar de modo distinto.
Entonces ¿por qué esa rabia? ¿por qué esa obsesión por romper un enlace que no afecta en nada a nadie? ¿por qué insistir en que el hecho de que dos hombres homosexuales completamente desconocidos y que resultan completamente ajenos para la gran mayoría de las personas unan sus vidas representan un auténtico peligro para todas las familias? Mienten.
Lo que a ellos desde siempre les ha molestado es que el sistema legal no compartan sus creencias. Lo que a los integristas católicos siempre les ha molestado es que las intituciones de una sociedad democrática posean una definición plural que sea capaz de albergar a todos y a cada uno de sus ciudadanos y no una "definición absoluta", la suya propia y nada más. Lo que las huestes ensotanadas odian es que muchas personas no compartan sus opiniones personales sobre lo que es el matrimonio, siempre les ha emputado toda forma de disidencia en el pensamiento; antes que lidiar con el bochorno de una sociedad que permita opiniones plurales sobre el matrimonio (desde las más abiertas hasta las más cavernarias) el catolicismo siempre se ha decantado por una donde solo su opinión sea la única o en su defecto sea la que esté por encima de todas, antes que reconocer la realidad de un sistema democrático en el cual todas las parejas deben ser iguales en derechos y obligaciones ante la ley ellos exigen un sistema teocrático donde solo algunas (las que son mayoritarias) sean las únicas reconocidas por el estado y si las minoritarias desean acceder a esos derechos... que renieguen y abandonen su carácter minoritario para someterse a la exigencia totalitaria de la uniformidad propuesta por el régimen facista teocrático.
Porque a la Iglesia Católica no le basta con hacer extensibles sus dictados únicamente a sus fieles adheridos a su organización, no le basta con aplicar esos dictados únicamente dentro de su organización como cualquier otra organización (que se haga llamar seria) lo haría, nunca le ha bastado eso. Siempre quiere más, quiere que sus dictados los cumplan, indiscriminadamente y sin ningún tipo de distinción, por todo el mundo; siempre quiere, apelando a las formas más aberrantes, que sus dictados se apliquen incluso fuera de su organización, más allá de la misma, al grado de que aún quiénes no estamos incristos (y ni deseamos estar inscritos) en su organización también los cumplamos, sin molestarse en preguntarnos para empezar si queremos obedecerlos o no.
Que los católicos piensen lo que quieran sobre el matrimonio, que lo restrinjan en sus congregaciones todo lo que quieran, que le agreguen hasta los requisitos y obligaciones que deseen; finalmente un sistema demócratico, plural por excelencia, permite incluso la existencia de opiniones tan carcas y anácronas sobre el mismo, permite el desarrollo de diversas asociaciones en las cuales se desarrollan las reglas que se deseen aplicar para pertenecer a las mismas (siempre y cuando no infrinjan de un modo u otro la ley, tanto las asociaciones como sus reglas). Pero ese mismo sistema democrático, precisamente por salvaguardar el principio de pluralidad, no debería permitir que alguna opinión, asociación e institución opaque la existencia de las otras, y menos que el totalitarismo católico fomente la marginación, no reconocimiento y exclusión de la ley de todo aquello que no caiga dentro de lo que considera "familia católica".
Todo lo que he dicho no es nuevo, y siempre se ha venido diciendo, pero siempre es bueno recordar constantemente que la actitud que tiene la Iglesia Católica con respecto a la sociedad no es y nunca ha sido sana para el desarrollo de la pluralidad, la equidad, la buena convivencia entre seres humanos, el respeto, la tolerancia, el conocimiento y la igualdad. La religión organizada es autoritarismo, totalitarismo, ignorancia militante en estado puro, absolutismo...
!Felicidades a Freyre y a Di Bello! Aún nos queda mucho por hacer, pero si persistimos y no flaqueamos podremos vencer las barreras que la religión organizada, en este caso la católica, ha puesto a la libertad desde sus inicios.
La religión católica ha sido bastante torpe para interpretar la naturaleza; todavía sigue diciendo que la homosexualidad es antinatural... que Z y Vielpunkt, una pareja homosexual de pingüinos macho, y Kuken, su hijo pingüinito adoptivo, desmientan tal afirmación ignorante.
Nosotros sólo dimos un paso, ahora vendran otrxs Ya llevamos más de un mes de casados y el munso no se derrumbó (obviamente), bueno... muchos prejuicios sí.
ResponderEliminarAhora: que se case quien quiera !!
Alex Freyre
PD: Gracias Quique por tus palabras !