8/08/2009

Compasión

"Reconocemos en los fieles católicos a una humanidad engañada, por la que sentimos solidaridad y compasión...". El texto anterior pertenece a una parte del manifiesto ateo de la FIdA para pedir la excomunión latae setentiae para todos los miembros (incluido yo, por supuesto); hasta hace poco no tiempo no había entendido del todo ese trozo de texto ¿por qué iba a sentir compasión por unas personas de horrible moralidad, que enviaban mensajes horrendos de estoicismo y automutilación hacia mi persona? !Que se vayan a un árbol a joderse!

Sin embargo esta tarde pude entenderlo; me encontre con mi antigua catequista camino a la ferretería, ya hace mucho tiempo que le había prometido (en mi infame época de católico fundamentalista, hace como 4 o 5 años) convertirme en un catequista... uff, de la que me salvé, imagínense, de haber seguido en el catolicismo la cosa iba a ser así: el adoctrinado que adoctrina ¿como ven?. Pero bueno, el caso es que sacó a relucir el tema del por qué ya no había querido ser catequista, y fue cuando entonces inquirió sobre mi fe, específicamente si mis pensamientos habían "cambiado", o sea, traducido al idioma católico integrista "desviarme del camino por supuestas influencias"; me platicaba que a su hija le habían encargado una especie de trabajo en su universidad, el cual consistía en explicar si en verdad existía una relación entre dios y la ciencia. Juro que cuando escuché eso me quería reír, y se me dificultó aún más cuando la catequista trataba de explicarme que religión y ciencia sí son compatibles por el hecho, según ella, de que "dios" puso a la ciencia, de que la ciencia explica a los microbios y los teólogos a "dios" (aún no entiendo que relaciona a una cosa con la otra en este caso ¿que tienen que ver los teólogos con los microbios?) y un montón de cosas más; me preguntó si yo creía que "dios" y la ciencia eran reconciliables... y no pude contenerme ante tal invitación a la refutación masiva, la chispa que detonó una larguísima conversación entre ella y yo fue: "Pues... el tema es bastante controversial".

Ahondamos por todo tipo de temas: ciencia, evolucionismo, creacionismo, aborto, pederastia clerical, desigualdades en los juicios de valor, la inquisición, la existencia de "dios", la moralidad, la supuesta "caridad cristiana", etc. Salieron a relucir muchas maniobras cristianas de "refutación": la maniobra del relojero, la apuesta de blaise pascal, el típico "son solo humanos", fe como "evidencia", jesucristo como "evidencia", el embrión equiparable a una "vida humana"... Desde luego no pude convencerla de lo contrario (a mayor rango jerarquico religioso menor convencimiento; aunque fanáticos religiosos se hayan en todo el espectro jerarquico), pero tampoco ella pudo perduadirme de abandonar mi escepticismo racional. Ella realmente estaba convencida de qué todo lo que estaba diciendomé era real: que la iglesia católica crea amor y unión (pesé a que yo le espeté que había dividido severamente a los humanos, contrapunteándolos unos contra otros), que es una excelente guía moral (cuando yo en cambio le hablé de la pederastia, de la inquisición y de los juicios obsesivos que la iglesia católica reparte como si fueran dulces), que la iglesia católica no ansía el poder terrenal y solo anhela la "salvación" (cuando le mostré una y otra vez que la iglesia católica siempre esta adherida al poder, con partidos políticos, empresarios, presidentes y máximos organismos), que a la iglesia católica la atacan solo porque "tiene la verdad" (cuando yo intenté hacerle ver que a la iglesia católica se le juzga solo por hacer justicia), ella creía firmemente que la inquisición no había durado más de un siglo y había matado a unos pocos (cuando yo le dije que la evidencia histórica decía que perduró desde 1252 hasta mediados del siglo XIX, y los muertos se contaban por montones). Ella en realidad estaba convencida de que todo lo que le había dicho la iglesia católica era "la verdad", el "único camino", la "respuesta a todo", y que por lo tanto no había que razonar hacia "otros caminos", solo seguir uno: al de "dios" y a la iglesia católica como la única guía para llegar a "él"...

La señora, llamémosle Blanquita, no es mala persona: no enjuicia a nadie, presta su oído, tiende la mano cuando es necesario, no siembra "malos entendidos" entre personas, es amigable, no es soberbia ni pretensiosa (como nuestro querido Rat) y es de las muy pocas personas que conocí en mi época de católico fundamentalista que realmente se preocupaba por poner en práctica lo de "ama al prójimo como a tí mismo". Desafortunadamente a ella, que no es mala persona, la han engañado personas taimadas haciéndole creer que realmente se beneficiará "creyendo", cuando en realidad los únicos que se benefician con ese juego de supercherías y de percepciones morales distorsionadas (es decir ¿quién se atrevería a afirmar que es peor abortar que violar y golpear a más de 30 mil niños?) son los jerarcas católicos: cardenales, obispos, papa y empresarios ultraconservadores católicos militantes... sino preguntémosle a sus trackers, lamborghinis, ropa de marca, lujosos relojes y anillos y, por supuesto, a sus grandes residencias y castillos, y ni se digan palacios.

Ella, como muchos creyentes, mantienen a esa bola de parásitos mientras creen triste e ilusamente que ellos se benefician por "creer"; no reconocen que el hecho de que sean morales no viene de la iglesia católica, sino de ellos mismos, de su propio razonamiento y del sopesar que ellos mismos hacen de las experiencias propias... solo que la iglesia católica está para distorsionar ese razonamiento propio. A Blanquita la engañan haciéndole creer que sí es moral es por la "iglesia católica", y encima que se va a beneficiar por creer... y ella, como muchos, creen que así es.

Ahora ya entiendo el por qué del trozo del manifiesto. Un lavado de cerebro que termina creando creyentes, o mejor dicho, personas timadas, engañadas, por unos cuantos "listillos ensotanados".

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