En el País Vasco, el obispo de Vitoria Miguel Asurmendi alegó en la homilía que se celebró en honor de la Virgen Blanca en la catedral de San Miguel de Vitoria, además de la ya acostumbrada rabieta católica provocada por el derecho a elegir, que la asignatura de religión católica está según él "abocada a desaparecer" de las escuelas públicas y de las ikastolas. Responsabilizó al nuevo decreto de Educación aprobado por el anterior Gobierno vasco, del "descenso drástico" en el número de alumnos que cursan la asignatura de religión y moral católica en el País Vasco; y de nuevo afirma sin pruebas (como casi siempre pasa con la iglesia católica; o por lo menos presentando sus acostumbrados "estudios" con datos y estadísticas falsas) que dicha situación está, según él, relacionada con aumento de la violencia juvenil, el abuso de la droga y el alcohol, y del sexo sin control ni responsabilidad: "la asignatura de moral católica constituye un medio válido fundamental para una correcta educación de los jóvenes".
Y me pregunto yo, de una forma cruel, severa, burlona pero realista ¿Como le ayuda a un chico a "comportarse mejor" o a no caer en el mundo de las drogas saber que el fantasma de una paloma bajó de no sé donde y de plano embarazó "sin quitarle la virginidad" a una humana? Cuatro hechos improbables: palomas fantasmas que embarazan humanos sin quitar virginidad. ¿De que sirve esa superchería como guía moral? Y, tratándose de moral católica no puede hablarse de sexo ¿como pretende que la moral católica hable de supuesto "sexo responsable y con control", si para empezar en el catolicismo no se habla sobre sexo? hablar de sexo en la religión católica sería como ácido clorhídrico que corroe hielo seco; en la "moral católica" solo existe el antisexo y, si acaso, el obsesivo y ya muy dañino en estos días de 7 mil millones de humanos en el mundo el "afán procreativo".
Pero obviemos esto de momento y enfoquemonós en el victimismo cataclítico del obispo. Supuestamente lo que a monseñor le preocupa es que su asignatura este condenada a la desaparición y con ello que supuestamente los jóvenes caigan en un "caos inmoral"; el hecho de esta supuesta amenaza de "desaparición" se da gracias a un nuevo decreto en materia de educación del anterior gobierno del País Vasco: cabe decir que dicho decreto además de darle el carácter de voluntaria (y ya no de obligatoria) a la asignatura de religión católica para que los alumnos opten o no por llevarla en su curso, eliminó también la obligación del alumnado de tomar una materia alternativa en caso de no cursar moral católica (los obispos pretendía que fuera la materia de ética... por supuesto desde la perspectiva de la iglesia católica).
Sin embargo, como todos ya nos imaginamos, lo que realmente le preocupa a monseñor Asurmendi es la pérdida progresiva del poder que la iglesia católica tenía hasta hace muy poco tiempo en toda España, en todas las esferas posibles (política, social, educativa, laboral, medios de comunicación, jurídica...), y no el hecho de que los jóvenes caigan en un supuesto "caos inmoral" (y eso lo demuestra el hecho de que ni siquiera su institución es capaz de ocuparse de los pedófilos que hay en sus filas, y que incluso los defiende y trata de esconderlos).
Son muchas las causas que orillan a los jóvenes a pasar de la "educación" católica. La primera es la desaprobación de los padres a que la lleven, por varias cuestiones: son de otras confesiones, son ateos o simplemente consideran que la religión "debe darse en la iglesia y no en la escuela". La segunda viene por parte de algunos maestros, que consideran que las horas que se pierden impartiendo moral católica pueden ser mejor aprovechadas en reforzar otras materias que realmente valen la pena y son dificultosas, como matemáticas o ciencias. La tercera viene por parte del alumnado, algunos de ellos perciben que la religión católica les enseña poco o realmente nada sobre moralidad, y optan por llevar materias que hablan sobre derechos humanos que por sobre religión; este fue el caso de un profesor en Italia, del instituto liceo Righi di Cesena, quién fue expulsado del colegio (gracias a la mano negra del integrismo católico) por preguntar a sus alumnos cuántos habrían escogido la hora de religión si el centro hubiera programado una asignatura alternativa, y los resultados encontrados fueron sorprendentes: solo 11% de sus alumnos hubieran escogido religión, un 24% historia de las religiones y un 65% derechos humanos.
Sea com sea, por el momento es complicado y casi utópico hablar de "desapariciones"; simplemente hablemos de que muchos no quieren "educación" católica, y es un gran avance si tomamos en cuenta lo complicado del hecho de que el dogma católico se extirpe de una sociedad. Paso por paso.
¿Moral católica?...mmm...bueno, mejor no digo nada porque me sale un insulto...pero pongo en cuestión la supuesta "moral" católica cuando el catolicismo ha colaborado con gobiernos dictatoriales, cuando sigue criticando el uso de preservativos, etc. etc. etc.
ResponderEliminarInteligente post!
Un abrazo
Lo sé ¿acaso la articulación de esas dos palabras no parecen una broma cruel? da risa, pero luego da coraje si tomamos en cuenta la fichita que resulta la iglesia católica :-S
ResponderEliminarFeliz fin de semana!