He de reconocer que cuando ví el encabezado de la nota casi se me "chispan" los ojos, y al leerla dicha impresión poco cambió. Y es que tratándose de Medio Oriente uno puede escuchar de todo, casi siempre violaciones a los derechos humanos, de las formas más bárbaras y extremas por parte del régimen islámico... pero rara vez algo como lo que leí, en realidad casi nunca (¿o nunca?).
Difícil de creer, todavía me esta costando trabajo asimilar la idea de que algo así se haya dado en esas tierras de sangre e intolerancia extrema: la Corte Suprema de Pakistán (de corriente islámica por supuesto) ordenó que las travestis, al ser ciudadanas paquistaníes iguales a todos los otros, también tienen derecho a los beneficios de los programas de asistencia financiera de los gobiernos federal y provinciales, así como del Programa Benazir de Apoyo a los Ingresos.
Reproduzco parte de la nota:
“Son ciudadanas paquistaníes y gozan de la misma protección que garantiza el Artículo Cuarto (derechos de los individuos que la ley ordena proteger) y el Artículo Noveno (seguridad personal) de la Constitución”, fue el veredicto dado a conocer el martes pasado por un tribunal formado por los jueces Muhammad Chaudhry, Muhammad Sair Ali y S Khawaja on Tuesday.
El jurista islámico Mohammad Aslam Khaki, que investigó las condiciones en que viven estas personas que entretienen pero también son despreciadas, descubrió que se trata del segmento social más oprimido y sometido a privaciones, más sujeto a humillaciones y acoso. Fue él quien presentó la petición por el bienestar de las travestis a quienes la sociedad sólo permite ganarse la vida mendigando, danzando y prostituyéndose.
Seguir leyendo aquí. El resto de la nota esta para no creerséla.
El veredicto de la Corte Suprema de Pakistán es un hecho, y permítanme decirlo así, de mucha relevancia, en realidad algo muy sorprendente; sobre todo si tomamos en cuenta que en la gran mayoría de los países de Occidente no contemplan a las transgéneros siquiera como ciudadanas dignas de recibir protección y bienestar (generalmente el argumento que usan para negarle atención a una transgénero en Occidente es: "Vente vestido como tu sexo original y hablamos").
Obviamente si lo sopesamos desde un punto de vista de derechos, no es la gran cosa, porque dicho reconocimiento no llega a avalar la verdadera identidad sexogenérica (o sea, aquella que se corresponde con su sexo cerebral y no con su sexo biológico de nacimiento) de las trangéneros mediante el respectivo cambio de documentación como el acta de nacimiento, tampoco habla sobre programas de reasignación de sexo para aquellas personas en las que esta indicado (solo un psiquiatra puede dar la indicación, luego de comprobar que en efecto la persona es una transgénero), y no es claro sobre que beneficios obtendrían las transgéneros con el veredicto ¿todos los que normalmente tendrían el resto de los cuidadanos? ¿o solo algunos? De todos modos la decisión de la Corte Suprema de Pakistán, en la práctica, es mucho más de las que han sido (o no han sido) en otras Cortes de otros países occidentales. Y sobre todo si tomamos en cuenta que dicho veredicto se dió en Medio Oriente... !Es como si un humano hubiera pisado por primera vez Marte!
Sin embargo, tratándose del Islam, solo eres un verdadero ciudadano si eres musulmán, de lo contrario no. El veredicto de la Corte de que las trangéneros deben gozar de la misma protección que tienen el resto de las personas fue en base a que según los juristas islámicos en primer lugar son seres humanos (algo más que obvio), pero en segundo lugar también se basó en que son musulmanas; lo que deja con una pregunta ¿si no fueran musulmanas, no tendrían derechos?
El Islam paquistaní sigue la misma línea de todos: no importa lo que seas, solo con que te conviertas al Islam basta para que seas digno, o sea "O te conviertes al Islam, o te conviertes al Islam" (en los peores casos es "O te conviertes al Islam o mueres", el alegato más distintivo de dicha religión). En fin, por lo menos supongo que es una muy buena noticia para las transgéneros paquistaníes creyentes del Islam.
Hola, Quique. Sobre las bajas en la iglesia católica, islam y otras religiones, ¿de qué eres mas partidario? ¿de las apostasías o de las nulidades bautismales?
ResponderEliminarBueno, la verdad es que es un tema complejo.
ResponderEliminarOriginalmente las campañas de apostasía se hicieron con un solo objetivo: borrar nuestros datos de la iglesia católica pidiendo la eliminación de nuestro... digamos registro del libro de bautismos, y así reducir el número de creyentes católicos en el mundo. Con esto se pretende conseguir dejar en claro un mensaje: no pertenecemos a la iglesia católica, no nos representa ni tampoco compartimos sus posturas, ni puede ni debe hablar en nuestro nombre. O sea, digamos solo abandonarla.
Pero la nulidad bautismal tengo entendido va todavía más alla de la apostasía, vas más alla de borrar un registro; es meramente simbólica y consiste en borrar el sacramento (no tanto el registro, sino el sacramento en sí) para que deje de ser reconocido por la iglesia católica y por ende, según ellos, por "dios". Como una especie de anulación matrimonial, solo que bautismal. O sea, mientras que la apostasía persigue borrar el registro de la iglesia católica, la nulidad bautismal persigue borrar el sacramento: la "marca de dios" (teológicamente hablando, por supuesto).
Mi opinión general es que cada quién haga lo que más le acomode o le resulte llamativo. Mi opinión personal es inclinarme primero por la apostasía, porque en teoría esta opción le quita poder en el ámbito de lo político y lo social, y así ya no puede afirmar fácilmente (o al menos ya le creerían muy poco) que "la mayoría de las personas son católicos, y por lo tanto la doctrina católica en la ley es válida" puesto que los registros van quedando eliminados, lo que se espera le venga costando la pérdida de sus privilegios especiales que les concede el gobierno dado que ya no tendrán su "buen número de adeptos"; y eso para fines reales es más que suficiente, al menos para mí. Y ya después de apostatar, la nulidad bautismal, renegar definitivamente.