7/05/2009

Día de elecciones

Nada especial, al menos aquí.

Para algunas personas, votar significa "hacerlo por el menos peor, por el que robe menos"; para otras más votar significa "hacerlo por aquél que tiene un discurso pro por los que menos tienen, aunque el discurso suene excesivamente idealista, en realidad tirando a lo irreal", esto cobra importancia si tomamos en cuenta que el porcentaje de adinerados existentes en México corresponde a menos del 10% de su población total, mientras que 70% viven en condiciones de pobreza de las más diversas tonalidades, y el resto queda en medio; para otras votar es solo cuestión de azar, o sea "votar por el partido que más me gusta por x o y razón" o "votar por el otro porque el que actualmente está no hace nada"; pero, especialmente en estas elecciones, votar significa "anular".

No es por "pecar" de presumido, pero en México somos realmente pocos los que nos tomamos la molestia de razonar nuestro voto, los que nos molestamos en analizar la ideología de determinado partido, los que no nos dejamos llevar por peligrosos eufemismos que adoptan ciertos partidos - ya no solo son los de derecha - como "los valores de la familia" o "la familia base de la sociedad" o "la vida humana valiosa", los que no nos dejamos llevar por el discurso más fóbico que proclama "inmoralidad de uno u otro partido" sin ver la evidencia o pruebas de ello. Mucho se le ha criticado a la sociedad mexicana, precisamente por ser en su mayor parte "primitivista", "impulsiva", y la mejor prueba para ello es que tuvieron que arrear a las personas para que apenas y fueran a votar; la mayoría de los candidatos no solo sacaron las mismas propuestas de siempre, sino que fueron las mismas propuestas vagas de siempre, realmente poco distintivas de su ideología, propuestas que podría proponer cualquier candidato tanto de derecha como de izquierda: seguridad, empleo y obras viales. Y hasta eso, generalmente los políticos mexicanos al llegar al poder se comportan de dos maneras: durante la mayoría de su período no hacen nada - o, de hacerlo, generalmente es para perjudicar -, y cuando llegan los últimos momentos de su mandato hacen cosas por la ciudadanía, cosas muy muy cortas para lo que realmente prometieron, como recarpetear calles y carreteas, pintar banquetas y parques, cortar el césped de los mismos y mini-programitas de empleo temporal o ferias del empleo donde los "buenos empleos" piden mucho y los que no suelen ser una completa basofia de explotación. Por eso no extraña que hayan surgido los autoproclamados anulistas: gente harta de que los políticos les vean la cara de tontos.

Pero, como ya había apuntado con anterioridad, es más tonto pretender que los mismos partidos de siempre "cambien" su política, es más tonto quejarse de que no hay cambios y siempre votar por los mismos de siempre con los que no hay cambio. Los anulistas pueden tener razón en molestarse, en protestar, pero ciertamente no hacen lo correcto, no cuando todavía hay más opciones donde escoger... pero bueno, de aquí a que entiendan eso. El IFE, el máximo ex-organismo ciudadano encargado de velar por los procesos electorales estuvo insistiendo demasiado por radio, tv e internet en que es muy importante votar, no abstenernos o anular el voto, que "no debemos esperar cambios por parte de los políticos" (sí, ese anuncio cínico donde salen dos chicos y donde uno admite que "eso de esperar a que uno cambie las cosas pos esta cabrón")... pero a la hora de la hora el menos comprometido en realizar las elecciones fue él mismo: las casillas abrieron más tarde de lo que originalmente se tenía previsto (8:30 am se abren, pero se abrieron alrededor de las 9:30 am), les faltaba mucho personal a tal grado que pedían a los electores sí alguien quería echarles una mano siendo funcionario de casilla; los que insistían e insistían fueron los menos comprometidos.

Si a eso le agregamos que la mayoría de las personas no tenían ni la más remota idea sobre donde tenían que votar, que y que iban a elegir debido a una mala organización de las casillas, entonces... híjole, como dicen por ahí: solo resta esperar.

Podrán decir que soy de las personas que nada más se quejan y no propone nada al respecto, pero la verdad es que ya ha habido propuestas y sugerencias por parte de los ciudadanos, pero lo que hacen con dichas propuestas es votarlas al olvido. De todos modos, confío en que tiempos mejores vendrán, no se cuando ni cómo, pero deseo creer que así será. Si no gana el mejor, bueno, que por lo menos gane el menos peor.

3 comentarios:

  1. Bueno Quique, yo con lo que ha pasado en las ultimas elecciones europeas, he llegado a la conclusión de que la gente no sabemos valorar lo afortunados que somos, al poder votar y elegir, cosa que en muchos sitios no es asi, por desgracia.

    En fin, el ser humano es así, cuando estamos bajo dictadura queremos democracia, y cuando la tenemos, no vamos a votar.

    Yo siempre confio en un futuro mejor, como casi todas las personas izquierdistas.

    Un abrazo y buena semana.

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  2. En Argentina pasa exactamente lo mismo. Con decirte que las ultimas elecciones gano un candidato que lo unico que hizo durante su millonaria campaña fue repetir como loro un slogan imbecil creado por sus publicistas y hacer payasadas en la tele. Asi estamos...

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  3. Pues... entonces creo que México y Argentina tienen bastantes cosas en común, puesto que otro chico de allá, Beto, me ha dicho cosas muy similares. En fin, esto es "Latinolandia" jejeje.

    Que bueno que España no sigue la misma línea que Mex y Arg, José, de lo contrario verías que las cosas "parecen no tener fin".

    Saludos!

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