10/09/2009

Creer por creer. Parte 1

Yo la verdad desconozco como los creyentes, en este caso los católicos, pueden vivir con la vergüenza encima (a menos que no la tengan por motivos cínicos), de ir por ahí alegando cosas sin ofrecer algún tipo de evidencia que pueda sustentar lo que constantemente dicen. O, que incluso llegan a creer que la ofrecen pero en realidad solo plantea muchas más interrogantes.

Por ejemplo, es el caso de Monseñor Antonelli, presidente de Consejo Pontificio para la Familia, quién repite lo mismo de siempre sobre la homosexualidad, esta vez en un Sínodo de Obispos Africanos: que aparte de mencionar que es éticamente inaceptable, le parece muy chocante que exista la igualdad entre hombres y mujeres y todavía que pueda existir las mismas oportunidades en derechos y obligaciones para todas las personas de todas las orientaciones; para este sujeto esto no debe ser así puesto que existen grandes diferencias entre los sexos y las orientaciones sexuales las cuales, según él, deberían de ser motivo suficiente para no dar el mismo trato digno y justo a cada ser humano, lo cuál se ve reflejada cuando asevera que "Bajo la excusa de una justa igualdad de dignidad y de derechos se quiere dar como irrelevante las diferencias naturales entre hombres y mujeres como si fueran indiferenciados, y por lo tanto, equivalentes a todas las orientaciones y comportamientos sexuales, con implicaciones éticamente inaceptables". Despotricó nuevamente contra la "teoría de género" (ahora según él ya no es ideología, es teoría; vean como va cambiando su lenguaje) calificándola como "residuo tóxico" que se ha infiltrado en la sociedad africana (y que bueno ¿no? haber si así los católicos y los islámicos tratan con más dignidad a las mujeres); y finalmente el arzobispo de Johannesburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Sudafricana, monseñor Joseph Tlhagale, aseveró que "los valores del Evangelio están amenazados por una ética que trata de persuadir a los africanos de aceptar conceptos nuevos y diferentes de la familia, del matrimonio y de la sexualidad humana"... como sí eso fuera malo. Al menos en ese caso solo tratan de persuadir y no intentan imponer, como pasa a menudo con los jerarcas que en todo momento tratan de imponer sus valores cristianos a todo el mundo; no se conforman con que sus propios fieles sigan los mandatos de la ICAR, sino que además tratan de imponernoslós a los no creyentes. Que extraño.

Independientemente de toda la sarta de estupideces que han dicho estos señores, es de notar como nunca ofrecen una explicación más a fondo de lo que dicen. Monseñor Antonelli dice que la homosexualidad es "éticamente inaceptable", pero no dice por qué, ni tampoco aporta pruebas que legitimen su prueba; el solo dice eso... tal vez esté esperando que la actitud de la mayoría de las personas sea la de un creyente fervoroso, la actitud favorita que todo facista ensotanado espera de sus fieles: "hay que creerlo, si lo dice el padrecito entonces es porque así son las cosas". Antonelli espera que las personas crean por creer. (O tal vez ya no desee meterse en camisa de once varas, puesto que hoy en día ningún argumento de católico integrista en contra de la homosexualidad permanece en pie por más de 15 segundos; ya no pueden decir que es "antinatural" porque ya hay innumerables ejemplos que demuestran lo contrario, ya no pueden decir que la sexualidad están puramente destinada a la reproducción puesto que ellos mismos trerminarían autoincriminándose por su celibato, ya no pueden decir la grosera afirmación de que la mayoría de los homosexuales son pederastas puesto que no es así según la OMS y porque además al hablar de pederastia ellos son los que saldrían más apaleados... ¿o no?).

No ofrece explicación alguna sobre la eterna obsesión de la ICAR por atribuirle una importancia barbára a si una persona tiene pene en vez de vagina o viceversa, o si le atrae el mismo o el opuesto o ambos sexos; jamás dicen por qué, siempre dicen que eso "es malo" pero nunca dicen por qué, o si lo ofrecen esté no solo ronda hacia lo insatisfactorio, también hacia lo absurdo (por ejemplo, dicen que la homosexualidad puede "terminar" con la especie humana y que ese puede ser un "motivo" para despotricar contra ella, sin embargo esto es completamente absurdo ¿A poco todos se volverán gays si se legaliza el matrimonio gay? ¿Y los Métodos de Fecundación Artificial?). Constantemente apelan a la naturaleza, de acuerdo, pero su visión tan limitada de la misma (en parte porque la religión detesta los avances científicos... la ICAR podrá decir que últimamente se han mostrado "abiertos" a la ciencia, pero solo se muestran "abiertos" hacia aquellos avances que contradicen muy poco o nada a sus dogmas o incluso hasta eso, tratan de "acoplar" los avances científicos que les convienen a sus dogmas, como ocurre con la evolución) hacen que la interpreten de un modo torpe y limitado que a veces resulta peligroso; obvian (ingenua o deliberadamente para proteger a sus mandamientos que les benefician solo a ellos) que en la naturaleza no solo está presente el acto sexual, sino que además bien este puede ser de contenido heterosexual, bisexual u homosexual. Pero no solo eso, pretende de un modo otra vez grosero hacerle creer a las personas que al tomar como irrelevantes las diferencias "naturales" entre los sexos equivale a indiferenciarlos; lo que la ideología de género trata de decir en este aspecto es que sí existen diferencias biológicas entre uno y otro sexo, pero estas resultan irrelevantes a la hora de repatir los mismos derechos y obligaciones, o que no tienen mayor importancia más alla de la biológica.

Aunque a decir verdad, con la ICAR resulta algo tedioso discutir en lo respecta a temáticas sexuales y de ideología de género, no porque la argumentación de los obispos sea "intelectualmente compleja" o sea de "contenido intelectual profundo", sino más bien porque esta bola de derechistas pro-pedofilia se refiere de un modo tan inespecífico hacia las temáticas sexuales que terminan mezclando diferentes conceptos en la misma olla, y al final o uno tiene que preguntarles a que se refieren o uno mismo tiene que ir desmenuzando paso por paso la mezcla grotesca hecha por estos "ignorantes por divinidad" para dar respuesta al posible alegato oculto o uno tiene que adivinar a que se refirió y dar respuesta. Bien, me explicaré con el ejemplo: Monseñor Antonelli habló sobre la "importancia" de las diferencias "naturales" entre un sexo y otro sexo, todo ello lo mezcló con el tema de los derechos civiles y la dignidad y de ahí de pilón, saltó para despotricar en contra de la homosexualidad. Ojo que aquí no se refirió a diferencias biológicas sino a diferencias "naturales", lo cual tomando en cuenta la extraña y limitada percepción que la ICAR posee sobre la naturaleza, no se sabe si este sujeto se refirió concretamente a la naturaleza biológica, o a la "naturaleza" que ellos mismos proponen la cual equipara genéro= orientación sexual = sexo biológico; recordemos que para el cristianismo las tres cosas siempre siguen un esquema rígido y equivalen a lo mismo, para la ICAR el hecho de que una persona juegue fútbol equivale a que es heterosexual y que por lo tanto debe ser varón, para la ICAR el hecho de ser heterosexual equivale a que eres "tu propio sexo" y no el otro, para la ICAR alguién solo es un "verdadero hombre" aquél que posee actitudes rudas... y todos ese entremezclado grosero y confuso de conceptos de sexualidad que hace la ICAR es un dogma rígido que ha mezclado con el tema de los derechos civiles y la igualdad de derechos y obligaciones entre todas las personas, queriendo desacreditar la igualdad en derechos usando ese entremezclado.

A todo esto la pregunta es ¿Que tiene que ver una cosa con la otra? ¿Que tiene que ver la orientación sexual, el sexo, el género y los derechos humanos entre sí como para equiparar todo y mezclarlo de forma grosero en un solo tema? Pero bueno, estoy seguro de que a muchos creyentes católicos poco o nada les importará ese entremezclado, es más me atrevería a decir (apelando a mis recuerdos de cuando era católico fundamentalista) que ni siquiera han de notar la mezcla grosera. Y los padrecitos ni se molestan en responder ¿Y todo por qué? Porque se han acostumbrado a no ser cuestionados, en tiempos pasados porque antes que contestar a cualquier interrogante solían llevar al insolente preguntón a la hoguera (debió haber sido bochornoso para ellos enfrentarse a los cuestionamientos racionales), y ahora porque aún sigue habiendo fieles en buena cantidad que solo atinan a creer por creer lo que les dice el padrecito: sí lo dice él, es porque así son las cosas.

En fin... supongo que a donde quería llegar Monseñor Antonelli con esa grosera entremezcla de temáticas (y un montón de mentiras también mezcladas por ahí) era a desacreditar la homosexualidad porque a la Iglesia Católica simplemente no le gusta. Lo cual, a fin de cuentas me tiene sin cuidado, pero si vienen a imponerme su desagrado hacia ella entonces sí están bien jodidos... como bien apunta Hitchens la religión, en este caso la ICAR nunca se conforma, no se conforma con que sus propios fieles sigan sus mandamientos y punto, tiene que a la larga tratar de imponérselos a los no creyentes, herejes e incluso fieles de otros credos.

Y, hablando de Hitchens...


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