10/31/2009

Unas palabras Pro-Halloween

La Iglesia Católica cada día que pasa pierde poder sobre la opinión general de las personas con respecto a diversas temáticas; ni siquiera los creyentes moderados son completamente fieles a sus mandatos y "enseñanzas".

Sin embargo, donde su voz ha encontrado todavía más indiferencia social es en la Celebración de la Noche de Brujas, Halloween. Ni siquiera el lacayado empresarial, el brazo derecho de la ICAR, hace el menor de los casos cuando despotrica contra el Halloween... y es que el Halloween, a diferencia de las aburridísimas misas y eventos que la Iglesia Católica organiza la noche del 31 de Octubre para contrarrestar a la que a veces llaman "fiesta del demonio", sí les deja mucho dinero a ellos mismos.

De hecho, analizandoló friamente, la principal significancia del Halloween es la misma que la del Día del Amor y la Amistad: Marketing. Más alla de ahí, solo es un juego de niños en el que se cuentan relatos de terror que tienen como único objetivo pasar ratos graciosos de susto y terror, en el que se reciben dulces y que a menudo funciona como un pretexto para organizar bailes, fiestas y reuniones. Es decir, es una celebración que aunque tiene como trasfondo principal el mercadeo, no pasa más allá de un terror inocente que sirve como pretexto para divertirse un rato (A no ser claro, que hablemos de unas cuantas pandillas de jóvenes antisociales que vean en el 31 de Octubre la oportunidad perfecta para hacer destrozos por doquier).

Pero como la Iglesia Católica ha percibido que el Halloween es todavía más lucrativo que sus aburridos eventos del 31 de Octubre (y por lo tanto ese día tiene una gran baja de clientela en sus distintas sucursales) ha intentado en varias ocasiones, sin éxito alguno, hacer fracasar a la Noche de Brujas. Han dicho que la fiesta es un "culto al diablo", pero ni sus fieles más moderados dejaron de salir a las calles a pedir golosinas tras esa rídicula aseveración. Ha salido a repartir estampitas de santos a las calles como ocurrió el año pasado en Chile con grupos ultraconservadores ultracatólicos, para intentar "suplir" al Halloween por una celebración de devoción a los santos... la idea se le antojó una vez más a la sociedad, y como no, aburrídisima en comparación con el susto de los relatos de terror, las reuniones, los bailes y las risillas. ¿Y como se van a tragar tales alegatos católicos contra el Halloween, si es todo menos algo moralmente temible?

Ahora, aparte de usar los argumentos de siempre, ha recurrido al siempre manoseado por ella "chantaje sentimental". Ahora resulta que el Halloween desplaza a las celebraciones del Día de Muertos, que curiosamente ha dicho es de "tradición cristiana" y que encima está arraigada, que mientras las festividades de la Iglesia Católica celebran a la vida y el Halloween celebra a la muerte, el Día de Muertos no tiene porque ser desplazado porque se recuerda a nuestros seres queridos que ya no están aquí. Un alegato falaz por como quiera que se desee ver:

1. En primer lugar si algo está arraigado de verdad no tiene porque ser desplazado fácilmente por una celebración ridículamente inocente ¿o sí?. Si la celebración del Día de Muertos está de verdad arraigada, entonces no será desplazada.

2. ¿Como creen desplazará el Halloween al Día de Muertos si una fecha es distinta a la otra? Mientras la primera es el 31 de Octubre, la otra es el 2 de Noviembre.

3. Si de cultos a la muerte hablamos la Iglesia Católica se lleva el primer lugar en hacer cultos a la misma, tanto en sus conmemoraciones como en sus propias acciones: con respecto a las celebraciones hace espectáculo cada mes de Abril de un evento carnicero, en el cuál un hombre es brutalmente golpeado a latigazos y puños, es clavado vivo a un artefacto en forma de cruz y posteriormente muere desangrado a la vista de todo mundo. El horror de esta carnicería va más allá, hacia una especie de funesta sentencia: "He muerto por tí, ahora tienes una deuda conmigo: si no obedeces al pie de la letra lo que mis enviados por mí te dicen que hagas, tus huesos se carbonizarán eternamente en el infierno". Eso es todavía más aterrador que cualquier relato de espantos jamás contado ¿verdad? la diferencia es que ese horripilante relato y "deuda", a diferencia de los otros cuentos de brujas, es recordado cada domingo en las iglesias y es usado para encima de atraer más clientes ingenuos a las filas religiosas frenar todo avance en derechos humanos y laicidad, y con ello destruir toda posibilidad de ser libre y feliz. Oh, y después del sustote no esperen dulces ni bailes.

Con respecto a las actuaciones, cabe recalcar que la ICAR se ha valido de la muerte para precisamente formarse un vasto dominio, al acto de matar lo ha llevado a la práctica de los modos más atroces, a veces repugnantes. Es el caso de Fray Tomás de Torquemada, dominico que en sus once años como Inquisidor General de España enjuició a 114 000 personas a penas variadas y asesinó a 10 mil de las mismas; los métodos de tortura y asesinato que este monje católico usaba, y que fueron aprobados por el Papa Inocencio IV, eran crueles: basta una sola acusación de herejía o brujería, la mayoría de las veces sin fundamento para que la Iglesia Católica llevase a una persona a juicio; al "enjuiciado" se le encerraba aislado en una celda, se le impedía ver a sus familiares y no se le decía quién lo acusaba y de que lo acusaba. Si el enjuiciado no confesaba su supuesto "delito" (que ni el mismo sabía que había "cometido") se le aplicaban las empulgueras, unas abrazaderas que se cerraban con un tornillo y que iban triturando y dislocando dedos. ¿Seguía sin confesar? Lo pasaban a las botas quiebratibias, para sentarlo luego en la silla ardiente a descansar: una silla con una hornilla bajo un asiento metálico erizado de clavos afilados que se calentaban al rojo vivo. ¿No confesaba? Le dislocaban entonces los brazos y las piernas en la rueda o en el potro de tortura. O le aplicaban el tormento de la garrucha, que consistía en colgar al enjuiciado, con los brazos atados por detrás de la espalda, de una cuerda que pasaba por una polea, y subirlo y bajarlo, subirlo y bajarlo hasta que se le dislocaran los hombros. Si aullaba de dolor le ponían un trapo en la boca, si se desmayaba reprogramaban la tortura para el día siguiente. Al día siguiente el mismo trapo lo embebían en agua que le iban haciendo tragar al enjuiciado, jarra tras jarra, asfixiándolo: es el tormento de la toca. O le desencajaban las mandíbulas abriéndoselas hasta lo máximo. Finalmente, si después de todo no confesaban a menudo el siguiente paso era la muerte: a las víctimas ya desmembradas las tiraban en pozos llenos de serpientes, los entregaban desnudos y atados a ratas hambrientas o los enterraban vivos. El inquisidor a menudo le "suplicaba" al enjuiciado que confesara su "herejía", porque no desaba "sufrir tanto" torturando al hereje.

El indiciado no solo tenía que confesar su crimen imaginario, sino que le obligaban a denunciar a su conyúge, a sus hijos y a sus amigos como "enemigos de dios". Si confesaba rápido su delito imaginario la Iglesia Católica en castigo le despojaba de todos sus bienes materiales (una pequeña parte iba para el que lo acusó, y la mayor parte eran para el Papa; de ahí que muchas de las acusaciones tenían como trasfondo real la avaricia del acusador y de la Iglesia Católica por los bienes del enjuiciado), les recetaban azotes y misas y se les obligaba a llevar las dos cruces amarillas de la infamia: una por delante y la otra por detrás, cosidas a la ropa. El problema de todo aquello no era tanto que el "hereje" estuviera sin bienes, en la calle y con apariencia de carmelita, sino que el objetivo de las cruces era una sentencia explícita de "previa herejía"; si esta persona volvía a ser acusada, el siguiente paso era la hoguera, morir quemado en la plaza pública en los llamados "Autos de Fe".

A las mujeres que eran acusadas de "brujería" no les fue mejor. El Papa Inocencio VIII desató la más feroz persecución de brujas. Les pinchaban los ojos con agujas, las empalaban por la vagina o por el recto hasta desmembrarlas en castigo por "haberse ayuntado con el diablo", las arrastraban tiradas por caballos hasta despedazarlas, las asfixiaban... Y ese es el famoso historial por "la vida" de la Iglesia Católica, y solo estoy contando una pequeña fracción de los horrores, no estoy contando la depravación de la organización católica croata Ustachá formada por sacerdotes católicos y nazis que entre otras cosas se fabricaban collares de lenguas (si, así como lo están leyendo) con los judíos, cristianos y musulmanas asesinados; no estoy contando los llamados que hizó Radio Católica Mil Colinas (en el cual la Iglesia Católica tuvo una amplia participación, desde la promoción hasta las acciones genocidas) a los hutus para cortarles la cabeza a los tutsis y quemar sus casas, en el genocidio de Ruanda de 1994; no estoy contando el horror de la España de Franco y que aún muchos españoles todavía recuerdan con horror; no estoy contando los horrores de la dictadura argentina donde sacerdotes católicos bendecían los llamados "aviones de la muerte" desde donde se lanzaban al mar a presos disidentes de la dictadura; no estoy contando el horror de los abusos sexuales que el clero católico comete contra los niños... y después de todo ese horror, no esperen recibir dulces ni sonreír.

Puede que algunos elementos del Halloween sean meramente grotescos, pero decir que el Halloween "celebra a la muerte" es rídiculo cuando no es más que una rídicula celebración, sobre todo si esta acusación viene de una organización que se ha valido del "culto a la muerte" para forjarse poder, un culto que fue llevado a cabo por la ICAR bajo las formas más aberrantes.

4. Resulta curioso que la ICAR se adjudique cinícamente todo el crédito por la celebración del Día de Muertos, al grado de aseverar que es una celebración de "tradición cristiana"; cuando en la realidad todos sabemos que dicha celebración es de trasfondo pagano, concretamente la gran mayoría de los elementos que acompañan a esta celebración no son cristianos, y de hecho datan desde la época prehispánica. Casualmente y una vez más, dicha celebración "coincide" (casuaaaalmente) con la celebración de los Fieles Difuntos de la ICAR, así como la supuesta fecha del nacimiento de Jesús casualmente coincide con el nacimiento de otros dioses como el dios Horus, Buda, Mitra...

Pero de eso hablaré si no mañana, si pasado, puesto que ya es tema muy aparte del Halloween y por lo tanto merece una mención aparte. Lo que sí puedo adelantar es que el cristianismo ha sabido lucrar con el dolor y el miedo a la muerte, a la pérdida humana...

Mientras tanto... HAPPY HALLOWEEN!

4 comentarios:

  1. Ay, Quique! Las historias de terror y de fantasmas del Halloween queda pequeñitas e inocentes comparadas con el horror que la iglesia ha generado en los años de la inquisición y que todavía sigue generando en las mentes de los pobres niños que son obligados a temer por un "destino incierto tras la muerte"...el infierno donde serán eternamente consumidos por el fuego...uy, ya se me eriza la piel de sólo pensarlo!

    Feliz Halloween! Vivan las Brujas! Celebremos en honor a tantas mujeres que fueron acusadas de brujería por la iglesia "satánica"!

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  2. He leido todo con atención y la verdad es que me causa gracia

    ¿celebración cristiana más arraigada que el culto a los muertos?

    JAJAJAJAJAJ... que me hacen reir por dios.

    Es una celebración celta que ya existía desde antes de los santos cristianos, antes incluso que Jesús y todaaaaa su epopeya.

    Es curioso que digan eso... e intenten hacer fiestas religiosas con coros gospel y demás para atraer a los jóvenes.

    Además que yo sepa dulces siempre han existido, en todos los paises. No lo de salir a pedirlos sí es de MADE IN USA... pero en España existen los huesos de santo, en méxico las calaveras de azúcar y caramelo... etc

    Vamos que digan que estamos metiendo a los niños en un culto satánico ya es de risa... ya es pasarse.

    No dejan ser libre a nadie, imponen sus creencias y encima se creen pacifistas.

    Todas las religiones (menos la budista) imponen sus creencias sobre otras... me parece de un ególatra subido. Es decir: mi religión es mejor que la tuya, que la suya, que la de aquel... Sin escuchar ni experimentar nada.

    :3 Halloween ya ha pasado, pero no será el último año que se celebre.

    p.d lamento comentar, ponerme aquí de infiltrado y esas cosas.

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  3. Beto:

    Tienes mucha razón. El historial de la ICAR hace que historias de miedo como la del coco se queden pequeñitas.

    Y lo peor del caso es que esa horrenda sentencia de infiernos quemantes se les está repitiendo a muchos niños cada sábado, cada domingo... y lo peor todavía es que sus propios padres ni siquiera se imaginan el daño que les hace a sus hijos pequeños escuchar esas cosas. Así es lamentablemente el adoctrinamiento religioso: hace que todo lo bueno parezca malo, y que todo lo malo parezca bueno.

    Feliz Halloween para ti también! Que hayas recibido algunos dulcecillos jejeje :-)

    Un abrazo!!

    P. D: !Y sí, celebremos en estos días a las víctimas de la ICAR! Que mejor que en el "Día de Brujas" recordar a todos aquellos quiénes fueron acusados de "brujería" y horrendamente masacrados.


    Lestat:

    Naaa no te lamentes por comentar; de hecho por eso está activada la opción de comentarios !Siempre serán bienvenidos! (A no ser claro aquellos comentarios que no poseen contenido alguno o que no vengan al caso).

    Hoy me acabo de enterar, de hecho, que en Italia grupos ultracatólicos hicieron la misma ofensiva contra el Halloween que el año pasado ocurrió en Chile, solo que esta es aún más patética y mediocre que la de los grupos ultracatólicos chilenos: que en las casas se colocasen en vez de calabazas imágenes de santos, según ellos para "mostrar la belleza" de los mismos, bautizaron al evento mediocre como "Holyween". Y aunque digan que esta celebración no es para ir "contra nadie", está más que claro que es para ir contra la festividad halloweenesca (¿santos en vez de calabazas?¿"holyween"?); en fin... que se queden con sus santos e ídolos de vidas mediocres y aburridas, al fin y al cabo como el halloween es una celebración bastante extendida y divertida, es será imposible en esta ocasión tratar de imponer sus cosas.

    Y sí, si uno se fija muy bien casi todas las supuestas festividades y personajes del cristianismo en general son retazos de diversas tradiciones paganas, incluido el mismo Jesús, su fecha de nacimiento, sus milagros y hasta su forma de muerte. Así que no me sorprendería que también el cristianismo se haya fusilado la tradición del Día de Muertos de otra u otras culturas paganas y luego diga cínicamente que es de "su tradición". Esa religión es de retazos.

    Pero quizá lo peor del caso no sea toda esa muestra de mediocridad, aburrimiento y piratería por parte del cristianismo en general, sino que nunca se conforman y desean imponer a todo mundo. La religión es la peor amenaza contra la libertad, la felicidad y la creatividad. Aún así, y aunque hagan lo que hagan, al Halloween se le seguirá celebrando; contra su poder de marketing poco o nada puede hacer la ICAR jajaja!

    Un saludo!

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