3/19/2009

Un llamado a la radicalidad desde el Feminismo

Blogueo aquí una nota sobre el XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. Los aspectos subrayados en negrita llamaron mi atención; considero que el "llamado a la radicalidad" y a no ser "demasiado amable" con los fundamentalismos y cristianos conservadores no solo debe extenderse hacia la causa feminista, sino a todas aquellas causas que son asechadas constantemente por la religión: las de la diversidad sexual, las laicas, las de libertad de creencias (y no creencias), las de una buena educación científica....

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Las feministas debemos ser más radicales: Sabina Berman



Rocío Sánchez

México DF, marzo 18 de 2009.
“Las feministas estamos siendo muy conservadoras, no somos tan radicales como deberíamos ser”, afirmó Sabina Berman, dramaturga mexicana, en el segundo día de labores del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se lleva a cabo en esta ciudad.

“Tenemos que asumir que ya ganamos la batalla cultural, que los valores del movimiento feminista ya están en las agendas políticas”, expuso la también psicóloga, como estrategia para enfrentar a los fundamentalismos actuales. Como segundo paso, opinó, es necesaria “la laxitud, es decir, dar por hecho que estamos en una democracia y sentarnos a hablar con los fundamentalistas, hacerles ver sus contradicciones”.

Esto, dijo, porque la democracia que se vive en la actualidad no es real. “Democracia significa que 50 por ciento del poder esté en manos de las mujeres; lo demás son componendas intelectualizadas”.

Las feministas de hoy están siendo “demasiado amables” con los fundamentalismos, por lo que es necesario asuman al feminismo como un movimiento incluyente de la diversidad sexual, al ser una lucha para desarmar el género como motivo de opresión.

En el mismo sentido, Ana Lucía Ramírez Mateus, cineasta y defensora de los derechos de las mujeres lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (LBTI), señaló que uno de los fundamentalismos más fuertes es la creencia de que hay una única forma de ser mujer. Esto ha propiciado la exclusión de aquéllas que no entran en el estereotipo, quienes pareciera que “estamos condenadas a nunca poder ser mujeres”, dijo la activista colombiana, quien se asume como bisexual.

Los fundamentalismos también están “dentro de las cabezas y los corazones”, aseveró, por lo que es necesario primero reconocerlo para que después deje de ser así. Respecto a la participación de mujeres transexuales en el movimiento feminista, Ramírez Mateus se pronunció a favor y dijo que “señalar a mujeres que nacieron sin vagina y decir que por eso no son mujeres es fundamentalismo”.

En ese sentido, Morena Soledad Herrera, activista de El Salvador, rechazó que las feministas puedan ser fundamentalistas porque el fundamentalismo implica formar parte del aparato de dominio.

Propuestas feministas

Morena Soledad Herrera conminó a las participantes a replantear las propuestas feministas frente a los fundamentalismos y a ser propositivas frente a los ataques del conservadurismo. “No ofrecemos alternativas de disfrute y cotidianidad placentera que los fundamentalismos sí ofrecen”, observó la ex diputada, puesto que instituciones como las iglesias brindan espacios para mejorar el día a día de las mujeres (como el bienestar familiar) que resultan más atractivos para ellas.

También es necesario revisar lo que se ha propuesto, por ejemplo, en materia de violencia contra las mujeres, ya que, paradójicamente, como castigo “hemos exigido un aumento de la violencia legitimada que ejerce el Estado”, es decir, penas más altas y sanciones más severas para los agresores.

Es importante, concluyó Herrera, contextualizar las propuestas feministas, pues se ha visto que los fenómenos sociales, económicos y culturales no afectan de la misma manera a todas las mujeres.

Pronunciamiento de Nicaragua

Al inicio de la jornada, mujeres nicaragüenses (“de nacimiento y de corazón”) ocuparon el estrado para agradecer el apoyo que han recibido de mujeres de todos los continentes desde que el gobierno de Daniel Ortega las ha perseguido políticamente, tanto por la oposición a la prohibición del aborto como por la defensa de su hijastra, quien lo acusó de violación.

Con una manta en la que se leía “Nos persiguen porque somos defensoras de los derechos humanos de las mujeres”, las activistas denunciaron la represión que inició con nueve de ellas y que se ha extendido mediante una alianza entre la Iglesia católica y el partido en el poder en Nicaragua.

A pesar de que en ese país está prohibido todo tipo de aborto desde noviembre de 2006, las feministas proclamaron: “No desmayaremos, aquí estaremos porque la revolución popular sandinista con justicia hacia las mujeres todavía está pendiente”.

Cerraron su participación al grito de “¡No tenemos miedo!”, mientras la audiencia repetía a coro “¡No están solas!”.
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