Por un momento abandonaré el objetivo primordial de este blog (que son discursos contra la religión), y hablaré sobre un tema que esta caldeando mucho los ánimos aquí en México, desde los del ciudadano promedio hasta el de aquél que tiene mucho poder - económico, social, político, etc - concentrado en sí mismo. Se trata de lo que se ha llamado "Voto Nulo" o "Voto en blanco".
Para quién no sepa que onda con esto, explicaré en breve. El próximo 5 de Julio del 2009 se elegirán los nuevos candidatos a diputados, alcaldes, regidores y gobernadores, tanto a nivel local como federal. Esta elección en particular, según han informado la mayoría de los sondeos hasta hoy hechos, estará bastante marcada por el abstencionismo electoral, algunas encuentas revelan hasta un 65% de abstención. ¿El motivo? Aparentemente la mayoría de la sociedad mexicana se ha cansado de la marcadísima actitud politiquera: muchas palabras, nada de hechos... pero realmente nada de hechos, nada de nada, ni poquito. Por esa razón principal, muchos líderes ex-panistas (ex-derechistas), ex-príistas (ex-centristas) y ex-pejistas (ex-pseudoizquierda) han hecho campaña para pedir a la sociedad mexicana el "Voto Nulo", una especie de antivoto: votar para darle victoria a nadie, un castigo a la política mexicana por hacer un mal trabajo, un muy mal trabajo.
Cito al editorialista Wenceslao Bruciaga, quién en su columna de hoy en el periódico Milenio escribe al respecto:
La semana pasada escribí sobre mi cada vez más fuerte convicción de ir a las casillas con toda la intención de anular mi voto sobre la boleta electoral.
Al otro día, recibí un par de correos echándome en cara la irresponsabilidad de hacer tales comentarios en un medio impreso; me decían que quizás no me daba cuenta, pero estaba promoviendo algo así como a la anticiudadanía. ¿Desde cuándo la ciudadanía se mide por los votos que se emiten, doblan y echan una casilla, y no por el cúmulo de injusticias y abusos cometidos por un sistema viciado y corrupto, formado por un grupo de diputados sordos que olvidan con facilidad que llegaron a esas curules gracias a un número suficiente de sufragios prociudadanos, que les garantizaron jugosos sueldos y prestaciones obscenas si se comparan a las que goza un mexicano promedio?...
A todos ésos que me mandaron un correo, les tengo que contestar, sin sentimentalismos, que seguiré en la misma posición: el próximo 5 de julio anularé a mi voto. Y sin incitar a nadie, espero que mucha gente lo haga. Los partidos políticos no pueden seguir creyendo que en efecto, los ciudadanos somos un montón de ingenuos que siguen creyendo en propuestas de azúcar y soluciones pasionales (en verdad alguien sí se tragará ese loop tan dramático de “Si el Gobierno no te puede dar las medicinas, ¡que te las pague!”)...
No me siento representado por ningún candidato ni ninguna propuesta política. Y definitivamente me sentiré más tranquilo anulando una boleta, que emitiendo un voto para que alguien, un desconocido, salga beneficiado, mientras en la calle yo y muchos ciudadanos seguimos caminando como una clase de mexicanos sin privilegios, porque nadie ha votado por nosotros…
Hay otros que han descalificado fuertemente la campaña del Voto Nulo, desde figuras de la política... hasta jerarcas católicos:
Jesús Ortega, del PRD (un partido que se hace llamar de izquierda, y termina otorgando resultados mochos miniizquierdistas, cuando no actitudes derechistas):
(la campaña del voto nulo) tiene como finalidad combatir a las instituciones democráticas y “mandarlas al diablo”, y sólo beneficia “a quienes son añorantes del viejo régimen autoritario”.
Hay “intenciones perversas de descalificar el sistema de partidos”, de personajes “ultraconservadores y de ultraderecha insertos en algunos medios de comunicación”, que intentan desacreditar a la Cámara de Diputados y a los partidos políticos.
Esta campaña “se supone que es contra los partidos, en realidad es contra la incipiente vida democrática, porque si se ataca al voto se está atacando a los partidos, a la Cámara de Diputados, al Congreso y a las instituciones democráticas, porque el voto es la herramienta para que los ciudadanos ejerzan su derecho a elegir”.
Beatriz Paredes (líderesa del PRI que dice ser izquierdista pero que entregó la cabeza de los derechos feministas a la derecha católica radical al hacer absolutamente nada cuando los diputados de su partido votaron a favor de leyes antiborto que penalizan con cárcel incluso hasta el aborto terapeútico):
El voto en blanco favorece el “autoritarismo” y es contradictorio en una sociedad que ha luchado por instituciones democráticas...
“Tenemos un escenario en el país en donde parecería que hay una convocatoria a que haya más mano dura, y actitudes mucho más severas. Si a esto se aúna desacreditar el valor de una institución democrática por excelencia, como es el ejercicio del voto, parecería que una consecuencia no meditada puede ser favorecer el autoritarismo”.
Onésimo Cepeda (obispo de Ecatepec acusado de fraude millonario... la verdad no extraña ese tipo de actitudes criminales en un jerarca católico):
“No sólo tienen ese derecho (de votar), es una obligación y por favor no le hagan caso a esos estúpidos que dicen voten en blanco, eso es una estupidez”.
¿Desde cuando en México ha habido democracia? Porque, hasta donde yo percibo, la palabra democracia en México solo es un adorno en una constitución que nadie cumple; todos los días se hace caso omiso de las necesidades más básicas de la población y se supone que los diputados están ahí para atender esa falta de necesidades, y no lo hacen. Los derechistas se enriquecen junto a empresarios explotando lo más que pueden al trabajador común y forman una mancuerna casi innata con la iglesia católica para aplastar los derechos de las minorías, los centristas simplemente son tan impredecibles que un día se ven con actitudes de progreso e interés por atender a la población en general y otro día se comportan como auténticos derechistas cavernarios, los izquierdistas son puro discurso liberal pero poco o nada de hechos liberales. Y en el resto todos se parecen: llegan a la curul, se hacen los locos, se pelean como niños de primaria, las buenas iniciativas las congelan o las mutilan mientras todo México se pudre en desigualdad, impunidad, inseguridad, pobreza, fundamentalismo religioso, ignorancia, mala educación, pésimas condiciones laborales, censuras estúpidas... ah pero eso sí, en fines de año se cobran su buen dinerito (generalmente rondando el millón) como si hubieran hecho un estupendo trabajo. Por eso se pide el "Voto Nulo"; el Voto Nulo no intenta desprestigiar a los partidos o instituciones políticas, éstas ya se han desprestigiado solitas; el Voto Nulo no atenta contra la democracia ni es autoritarismo (aunque admito que si podría predisponer a el mismo), la democracia siempre fue letra muerta y el autoritarismo se ve todos los días; el Voto Nulo no es estupidez, es más estúpido rezarle a un "dios" para el cuál no existe ni la mínima pizca de evidencia de que realmente exista, creer que todos los problemas se solucionarán mágicamente con una veladora y un rezo a "la virgen que tuvo un niño" o a "jesús retazos de deidades diferentes".
Aunque apoyo el derecho a decidir de las personas a antisufragar este próximo 5 de Julio, personalmente yo no pienso hacerlo y diré por qué. Si México está como está, no es por culpa de los políticos mexicanos, es por culpa (y no me disculparé por mi lenguaje) de la gente apática, sorda, necia, rutinaria, pendeja, cerrada, cuadrada y tonta que exige y llora y súplica por cambios... !pero siempre vota por los mismos de siempre! !por los mismos con los que no obtuvo ningún cambio!. Si el tricolor le decepcionó vota por el albiazul, el abiazul le fregó más y vuelve a votar por el tricolor que le decepcionó anteriormente, le volvió a decepcionar y vuelve a votar por el abiazul que la había fregado, la vuelve a fregar y vota por el tricolor de nuevo... y así nunca termina esta actitud circular.
La sociedad mexicana ve únicamente las cosas en tricolor y albiazul, y en el mejorcito de los casos también en amarillo, rojo amarillo y verde hoja; creen que esas son sus únicas opciones y por lo tanto si ninguna les convence entonces "vamos a anular el voto". Pero no se da cuenta que existen también las opciones naranjas, verdes azulado y rojas, sin embargo no se aventuran a votar por ellas porque "no las conozco" o son "demasiado para mí mentalidad" o simplemente porque "son opciones marginales que no tienen mayor posibilidad de ganar". Y creánme, nunca saldrán de marginales si no las consideramos siquiera como opciones, si no nos animamos a conocerlas o si somos demasiado cerrados como para no darles una oportunidad (tan solo una oportunidad) de que puedan demostrar que tanto pueden hacer por un México ya destrozado.
Yo considero el Voto Nulo o la abstención como últimas opciones, cuando de plano no haiga más opciones para escoger; pero sí hay más opciones que podrían mejorar al país ¿por qué dejar la boleta electoral en blanco? ¿porque no ir a votar? Vayamos a votar, pero sí realmente queremos un verdadero cambio en el país, pensemosló dos veces antes de votar por los mismos de siempre.
Ay, leyendo tu entrada me parecía estar leyendo sobre las próximas elecciones que tendremos aquí en Argentina el 28 de junio. Acá pasa algo absolutamente parecido. Creo que tu post, cambiando los nombres de los personajes, sería totalmente aplicable a lo que sucede en mi país.
ResponderEliminarUn abrazo,
Beto
Buen artículo, en verdad mucha es la culpa de la gente que no razona su voto para nada -o no razona, punto- me he pasado diciéndole a todo con el que hablo que porqué retroceder al PRI si ya vimos cómo se las juega el PAN? Existen otras opciones pero nadie se molesta en informarse debidamente; la publicidad política ya no surte efecto, al contrario, nadier les cree y por eso pasa lo del voto nulo.
ResponderEliminarSin embargo estoy convencido de que sí hay por quien votar, nada va a ser mejor que convertir a los partidos mayores en partidititos, que tanto desprecian, sólo quitándoles la lana aprenderán, y por cierto que el voto nulo no les va a quitar ni un pelo.
Por último, ser pejista es ser de pseudo izquierda? Permíteme pero ahora mismo el proyecto de AMLO es lo único que puede sacar al país del hoyo, todo es cuestión de informarse y votar por aquellos que los apoyan.
Saludos y sigue con tu gran blog.
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ResponderEliminarTerribles coincidencias Beto, terribles coincidencias :-S
ResponderEliminarAMLO en su época de gobernador del DF se vendió a la derecha: traicionó los derechos civiles de las mujeres y de los homosexuales dejándolos a votación de una sociedad desinformada, producto de un pacto con el corrupto cardenal Rivera Carrera.
ResponderEliminar¿Eso parece una actitud izquierdista? Es imprescindible que alguién que se haga llamar de izquierda tenga toda la voluntad de no venderse a la derecha y ver por los más necesitados.
No digo que todo pejista sea de pseudoizquierda, pero ciertamemte AMLO da mucho de que hablar.
Saludos!!
Caray, primera vez que escucho hablar de ese pacto! No parece mucho de la naturaleza de AMLO, alguna prueba que puedas ofrecerme? siempre estoy en busca de información en todos los sentidos.
ResponderEliminarAhora, si el compromiso de AMLO respecto a dejar que la sociedad decida por sí misma resulta contraproducente, no es culpa de él quue la ignorancia campee tan terriblemente, para eso no hay más que ver en qué manera los gobiernos federales han mantenido la educación, porque respecto al DF, ya existe ese librito tan polémico de Tu Sexualidad en libertad, donde se informa entre otras cosas, de los derechos de la mujer y la sexualidad diversa; en ese sentido, es un avance, o no?
Saludos.
http://anodis.com/nota/6208.asp
ResponderEliminarhttp://www.jornada.unam.mx/2003/10/04/037n1cap.php?printver=1&fly=2
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=13762
Por cierto, el libro de educación sexual que me mencionas salió en la administración de Ebrard, no en la obradorista.
ResponderEliminarGracias por los links, muy interesantes y necesito leerlos y cotejarlos.
ResponderEliminarEbrard es del mismo equipo, sólo diferente jugador, y muchas veces ha fallado el tiro; con el libro si metió gol.