Recuerdo como un chico católico me espetó tal afirmación. En aquél entonces mi mejor respuesta en mente era "Ni me conoces y me llamas pecador ¿quién diablos te crees para juzgarme? ¿eres mejor persona que yo? ¿tu institución es mejor que yo?". Pero ahora me doy cuenta de que a mi contraataque anterior le faltaba algo más: lo graciosamente patético y contradictorio de tal afirmación católica, una antitesis de lo más vulgar.
Si amas al pecador no puedes despreciar al pecado ¿por qué? porque precisamente se llama "pecador" !Debido a que tiene pecados! Los pecados le confieren el título de pecador, así que si uno "ama al pecador" también debe amar los pecados porque es lo que le confiere tal título catolicista; de lo contrario, si uno desprecia los pecados entonces debe despreciar el título de pecador (porque los pecados le confieren tal título). Explicado de otro modo: No se puede decir "amo las brochetas de res bañadas en salsa de tomate y odio la carne" !Porque precisamente la carne le confiere el título de brochetas de res!
2. Dictadura relativista.
En un blog leí ayer sobre un obispo que citó al papa Ratzinger para afirmar que el mundo iba hacia una "dictadura relativista" debido a un "eje mundial de laicismo".
Si es una dictadura entonces no debe haber relativismo, y si algo es relativista no debe ser una dictadura. Las dictaduras, entendidas como tales, son puramente absolutistas: esta es la única verdad, la que explica todo, la que rige todo y la que todos tendrán que acatar, sin cuestionarla, sin transgredirla, sin negociaciones, sin objeciones, sin refutaciones, sin apelaciones y sin posibilidad de cambiarla; y hay de aquél que se atreva a cuestionarla, porque puede ser expulsado, vetado, perseguido, torturado o asesinado. En cambio el relativismo esta abierto al diálogo, a la pluralidad de opiniones, pensamientos, libertades y derechos; el relativismo no tiene verdades absolutas, por eso siempre da la posibilidad de cuestionar, investigar, hasta alcanzar la evidencia, la realidad, la explicación coherente.
3. "El reino de los cielos es de los pobres"
Esto se oye en la biblia, en la iglesia, en boca de predicadores, fanáticos...
Y sin embargo a los jerarcas católicos parece que no les interesa en lo absoluto ganarse "el cielo", o siquiera hacerse la idea de entrar en él ¿porqué? con sus grandes y excéntricos ropajes, lujosas mansiones, templos, carros último modelo, helicópteros y jets privados, joyería... ¿quién les cree que el "reino de los cielos" es real? Más bien se fabrican su reino con el dinero gratis de muchos tontos ingenuos.
4. Valores cristianos.
Ésta quizá sea mi contradicción cristiana más preferida. Si son valores entonces no deben ser cristianos, y si son del cristianismo entonces no deben de ser valores (a lo mucho se llamarían contravalores).
Creo que esta contradicción no necesita más explicación; de todos modos ya sabemos la clase de "estupendo" trabajo que han hecho los líderes cristianos en lo que respecta a la moral, especialmente con los niños y algunos grupos sociales marginados como homosexuales, gitanos, mujeres, judíos, laicistas, librepensadores...
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