4/06/2009

Intentos exitosamente fallidos

En un intento por desateizarme y de que vuelva al camino del bien católico (¿existe eso? tal vez si... pero solo para aquellos a quiénes realmente les beneficia, osease jerarcas católicos y empresarios conservadores; pero para gente común ciertamente no), pero sobre todo por desateizarme, algunas personas me han pedido que me "acerque a dios". Ultimamente he recibido una serie de invitaciones al respecto, desde una amiga que constantemente me pide "no perder mi fe", pasando por un grupito de amigos gays que se han molestado mucho de que compare a "dios" con la homofobia de la iglesia católica y me han invitado a volver a creer porque según ellos "dios no es homofóbico" (JAJAJA, sí claro, como ustedes digan), hasta llegar a un pariente muy cercano el cual el día de ayer me extendió la invitación a acercarme a dios a través de la iglesia católica; esta última invitación sombría se dió debido a que dicho pariente recientemente se acercó, por causa de mi madre (mis padres, hermanos y parientes son altísimamente religiosos; ahora se explica todo :-S), a la iglesia católica, se incorporó a un grupo litúrgico él cual, afirma, a través de "dios" le ha sanado su "vacío" y su tristeza. Y, dada su supuesta sanación existencial, por eso me ha invitado a mí.

Como si no fuera suficiente tener que adaptarme y tolerar de mala gana ambientes mexicanos supermachistas y homófobos, también tengo que adaptarme y tolerar aún de más mala gana el fundamentalismo y adcotrinamiento católico impreso en gran parte de la sociedad mexicana. Y es que entre más "etiquetas vulnerabilizadoras" se tenga, mayor capacidad de supervivencia se exige: mujer indígena, latino judío de raza negra, anciana viuda y discapacitada, niño con VIH, mujer soltera pobre, gay izquierdista y ateo...

En fin, vamos a cada respuesta. A mi amiga solo le he declinado la invitación y punto. Con mi grupo de amigos gays he debatido acaloradamente el tema, ya he dicho con anterioridad que no tolero a las personas que se aferran a algo que claramente les trata peor que basura, en este caso gays aferrados a la religión. Con mi pariente me limité a decir algo como esto:

- No gracias, yo paso. Si tú supieras lo que yo sé de la religión (incluyasé "dios" y sus lacayos terrenales) la mandarías inmediatamente a la chingada. Sin embargo si tú te sientes a gusto en la iglesia y si realmente crees que te sirve de algo estar ahí, adelante, yo no me opongo a que estés ahí...

(Creánme, no es por presumir de egolatría, pero ya quisiera como mínimo mínimo, esa pequeña pero modesta muestra de tolerancia, que dí a ese pariente, para mis tres "etiquetas vulnerabilizadoras"... pero en México ni respeto ni tolerancia obtengo, ni siquiera de mis parientes, a pesar de que la tolerancia es una especie de "guetto hipócrita"; el mexicano promedio, o sea la gran mayoría, ni tolerar sabe hacer)

Después de haberle declinado la invitación, pensé para mí mismo: "de hecho yo vengo de allá, y creeme, no te a va gustar nada nada". Ya había comentado alguna vez que en el pasado yo fui un joven profundamente religioso, profundamente devoto, profundamente fundamentalista, profundamente homófobo, profundamente patán. Es por eso que yo, más que nadie, se lo que tienen implícitas esas invitaciones para acercarse a "dios"; muchas personas, sin querer hacer daño alguno, extienden ese tipo de invitaciones sin saber que la invitación, más que para acercarse a "dios", es una invitación a desperdiciar atrozmente el tiempo, para exprimirte todo lo bueno de la vida.

En la iglesia con seguridad mueres en vida, pero eso no es lo más peor; lo más peor del caso es que ni siquiera te das cuenta de ello, en ningún momento tienes la percepción de que estás echando gran parte de tu vida a la basura, en ningún momento te das cuenta de que estás dejando ir todo aquello con lo que puedes disfrutar tu vida. ¿Y que queda al final? Una especie de zombie momificado que alaba sin razón a no se que deidad supernatural, que tiene fuertemente alterado el sentido del respeto y de la empatía, que juzga obsesiva y excesivamente al resto de las personas por ser como son, que ve la viga propia en el ojo ajeno (duele que los propios argumentos de los creyentes se les devuelvan a ellos ¿no?), que es tan cerrado y conservador que no admite análisis críticos para posibles acuerdos, que se somete y acepta vilmente las críticas irracionales e insultos varios del clero católico, que considera que el único y sano disfrute está con "dios" incado y despercidiando varios minutos en eso que se llama "orar", que vive con culpa y miedo eterno por todas y cada de sus acciones por si no le agradan a ese "dios" (aunque estas acciones sean por naturaleza humana), que tiene que mantener al clero católico cada domingo o en época de celebraciones o simplemente "cuando su buena conciencia se lo dicte" a través de limosnas, diezmos, donaciones, vendimias... un ZOMBIE PERFECTO.

Aceptar la religión en tu vida es tanto como aceptar que te apliquen anestesia, te hablen de supuesto amor mientras por detrás te estén golpeando con un mazo o un hacha, pero tu no sientes porque estas anestesiado; te destruye pero nunca sientes que realmente lo está haciendo. Ese pariente cercano tiene las mismas actitudes de siempre, en realidad la religión no ha cambiado ninguna de sus actitudes, solo que la diferencia ahora es que tiene tendencias de "predicador que trata de convertir al cristianismo". Aterrador.

Cuando deje de creer y comencé a ser ateo mi vida realmente cambió para bien; tengo dos palabras que ilustran perfectamente ese cambio: soy libre!.

En fin, bendito sea "dios" porque sus intentos por desateizarme han sido fallidos, y siempre lo serán, primera y ultimadamente, porque es "dios"...



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