Vídeo 9: Dios del Antiguo Testamento...
Breve explicación: Lo que se puede escuchar en este vídeo es también lo que puede leerse en la foto de este blog que corresponde a mi perfil. Sin embargo considero que tiene más peso si se ve y escucha.
Dawkins hace una perfecta descripción del mito mágico de "dios"; para corroborarla tan solo hace falta hojear un poco de ese libro llamado "la biblia"; dicha descripción provee una buena explicación del porque un buen número de creyentes son algunos, muchos o todos los adjetivos de su "dios". De tal palo, tal astilla; bien dicen que las cosas se aprenden en casa, concretamente de su "padre". Por eso hay tanta rabieta enfermiza homófoba entre los creyentes, por eso es común encontrar entre ellos cierto racismo y xenofobia, por eso es bastante común verlos perseguir y socabar los derechos de las mujeres, por eso no es de extrañar que una institución como la iglesia católica haya apoyado o alcahueteado dictaduras genocidas como la de Hitler o la de Franco, o movimientos de evangelización por "la espada" a pueblos indígenas.
Y todavía tienen el descaro de afirmar que su "moral" es la mejor. Ellos si que están enfermos, pero de puro odio.
Y hablando de odio patológico y sexualidades bastante reprimidas, les dejo una editorial publicada en Milenio el día de hoy. Los católicos demuestran, día con día, que sus filas están llenísimas de homosexuales reprimidos que atacan neúroticamente a otros gays que si tenemos y queremos la oportunidad de vivir la vida tal cual somos, sin seguir prohibiciones mágicas, estúpidas y sin sentido; pero no solo eso, también cada día demuestran más y más contradicciones: no condenamos a nadie pero a ustedes si, a él (refiriéndose al pedófilo y mujeriego cabrón, Marcial Maciel, el cual se pudre plácidamente en una tumba de oro) lo perdonamos porque es humano y cada quién vive su vida a su modo, pero a ustedes no.
Repugnante homofobia (o sólo uno sabe... por dónde)
El nuevo orden
Wenceslao Bruciaga
2009-04-02•Acentos
En el portal bautizado Aciprensa: lo que el católico necesita saber, me topé con un foro donde discutieron, el 3 de febrero del 2009, los resultados de las investigaciones en las que evidenciaban la existencia de una amante y una hija de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
Víctor Parra escribió a las 16:53 del Este:
“Aléjate de mí, Satanás, son palabras fuertes que hizo Jesús a su legado en la Tierra, San Pedro. No cabe duda de que uno como pecador comete los peores errores ¿Quién puede juzgar? Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. No se debería juzgar, es cosa de un alma que le tendrá que dar cuentas a Dios. Sufre la persona que conoce al P. Maciel, porque de él todos aprendieron, de él se basó Dios para hacer su obra. Pienso que es un asunto que uno no debería de juzgar, ni criticar, ni condenar. Sólo uno sabe cómo se comporta en esta vida, sólo basta vivirla de acuerdo a sus principios y sus conocimientos. Sólo ámame, como dijo Jesús a Sta. Margarita Ma. Alacoque”.
En la misma Aciprensa, Miguel Calvis escribe un largo artículo llamado “Las prácticas homosexuales”, del que me llamó la atención el siguiente párrafo:
“La práctica del acto homosexual es inherentemente antinatural, antihigiénico, sucio, asqueroso y repugnante, en el sentido escatológico, ético, estético, médico, y psicológico de esos adjetivos y términos… en cambio, el pene y la vagina sí están diseñados el uno para el otro. Todo hombre que desea insertar su pene en la vagina de su esposa, o toda mujer que desea tener el pene de su marido inserto en su vagina, no desea algo que es inherentemente o estéticamente repugnante o éticamente extraviado. Al contrario, esos deseos y ese acto heterosexual es inherentemente natural, bueno, excelso y sublime, en el sentido escatológico, ético, estético, médico, y psicológico de esos adjetivos y términos”.
Así que los católicos de este portal cuentan con todo el derecho de condenar como “repugnantes” las prácticas homosexuales, pero en el caso del padre Marcial Maciel, que metió su pene a la vagina de una mujer (que por cierto no era su esposa), es un asunto que no se debería juzgar, ni criticar ni condenar…
Tanta cobardía y doble moral me enferma. Ahora que Benedicto XVI ordenó una “visitación apostólica” o investigación sobre abusos sexuales dentro de la Orden de los Legionarios de Cristo, con posibles consecuencias en las que ya se contempla la disolución de la Orden, gente como Víctor Parra o Miguel Calvis tendrán que entender que no se trata de juzgar ni condenar, sino de ser coherentes con uno mismo, porque aun dentro de la lógica de Calvis, el sexo gay podrá ser antihigiénico, pero consensuado. Contrario al padre Maciel, sospechoso de practicar sexo “sucio, por detrás” a través del abuso a seminaristas…
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